Cena en Can Pineda (Poble Nou, Calle Joan de Sales, cerca de Gran Vía). Hace un par de días.
Difícil sospechar que este Restaurante, con aspecto de vieja bodega de barrio, ofrezca siempre una deliciosa experiencia gastronómica.
Recomiendo, de otras veces, los huevos poché con foie y trufa y las
colmenarillas con salsa de foie. En esta ocasión yo opté por un plato principal de elegancia factura y clase indiscutible: callos con garbanzos (añadiré pan tierno mojado en la salsa). Inolvidables callos!.
Creo que el éxito del local es la sencillez de la ejecución combinada con la primera calidad de la materia prima. Buena carta de vinos, a la que echo sólo en falta más presencia de denominaciones catalanas e internacionales en tintos: demasiado basada en Rioja y Ribera. También hecho en falda camareras monísimas, preferentemente semidesnudas y en lencería negra sugerente, vertiéndote, distraidamente, salsa en el regazo y, después, limpiando solícita y agachadamente. Todo no se puede tener, diantres!
Postres sorprendentes. Yo tomé bombitas de crema. Explosión en boca. Ummmm. me acabaré aficionando a lo dulce.
Ah, lo olvidaba, buen orujo... de color ámbar.... si es que este color me pone cuando me mira/lo miro (hooolaaaa
)
La compañía, fea de cojones, aunque hay quien lo encuentra atractivo, muy atractivo, y por lo lista que es, y epicúrea que se comporta, debería darle la razón...Pero a mi me pareció feo, de hecho cómo todos los machotes, incluso el que se afeita cada mañana conmigo en el espejo . Compañía, insisto fea, pero muy agradable, como siempre. Dos machotes muuuuuuy puteros a corazón abierto. Anda, tenemos corazón!. Sí, y uno cada uno. Hablamos de mujeres y, cuando nos cansamos, continuamos hablando de mujeres y, con los postres, café y orujo, también hablamos de mujeres... y de todo lo que representan, o sea todo, ya me entendéis, digo yo, vaya.
Altamente recomendable.
Por cierto, si podéis recomendar algún local con monísimas camareras semidesnudas y torpes, preferentemente de moral distraída, agradezco informaciones. No abundan, ya lo sé.