El satélite CoRoT descubre una SuperTierra.
Con un tamaño algo mayor que el de la Tierra, se trata del exoplaneta más pequeño detectado hasta la fecha. Su temperatura es tan elevada (entre 1.000 y 1.500º Celcius) que probablemente su superficie sea rocosa o esté cubierta de lava.
El telescopio espacial CoRoT (siglas de Convección, Rotación y Tránsitos) ha descubierto el exoplaneta más pequeño detectado hasta la fecha. Este nuevo objeto, cuyo diámetro es aproximadamente el doble que el de la Tierra, recibe el nombre de CoRoT-Exo-7b y se encuentra tan cerca de su estrella principal que su temperatura es muy elevada, entre 1.000 y 1.500 ºC. Los astrónomos pudieron detectarlo a través del método de tránsito, es decir, mediante el ligero oscurecimiento del brillo de la estrella cuando el planeta pasa regularmente delante de ella, cada 20 horas terrestres.
La mayoría de los más de 330 planetas descubiertos hasta ahora son planetas gigantes compuesto principalmente de gas, como Júpiter y Neptuno. En el caso de CoRoT-Exo-7b su densidad aún no ha sido determinada, aunque podría tratarse de un objeto rocoso, como la Tierra. También podría estar cubierto de lava líquida o tratarse de una mezcla de ambos tipos. "Identificar la naturaleza de este planeta requerirá muchas investigaciones futuras; es posible que debamos considerar este descubrimiento como el comienzo de la astronomía exoterrestre", comenta Hans Deeg, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y miembro del equipo del descubrimiento.
Desde hace 15 años, los astrónomos han estado detectando planetas que orbitan alrededor de otras estrellas. La mayoría de ellos son muy grandes, unas veinte veces la masa de Júpiter. Pero muy pocos tienen masas comparables a la de la Tierra y otros planetas de tipo terrestre (Venus, Marte y Mercurio), ya que son extremadamente difíciles de detectar. Para Daniel Rouan, investigador del Observatorio de París, "encontrar este pequeño planeta no fue una completa sorpresa; Corot-Exo-7b pertenece a una clase de objetos cuya existencia se había predicho desde hace algún tiempo”.
“La mayoría de los métodos utilizados hasta ahora son sensibles a la masa del planeta, mientras que CoRoT es sensible a su tamaño, lo que es una ventaja", explica Roi Alonso y Magali Deleuil, investigadores del Laboratorio de Astrofísica de Marsella. "Otra de las ventajas de CoRoT es el hecho de estar en el espacio, donde las perturbaciones son mucho más pequeñas y los períodos de observación son mucho más largos que en tierra", agrega Hans Deeg.
La estructura interna de CoRoT-Exo-7b es un particular rompecabezas para los científicos. "Se trata de una cuestión que ha despertado la curiosidad de la comunidad astronómica desde hace varios años: ¿hay también "planetas océano"? Estos objetos estarían compuestos originalmente por hielo que, al desplazarse cada vez más cerca de su estrella, se fundiría hasta formar un recubrimiento líquido ", explica Alain Léger, investigador del Observatorio de París.
Este descubrimiento se complementó con las observaciones realizadas a través de una extensa red de telescopios europeos terrestres gestionados por varias instituciones y países. En el Observatorio del Teide, el telescopio IAC 80 fue el primero que reobservó CoRoT-Exo-7b después de la detección de CoRot. También se realizaron nuevas observaciones con el nuevo instrumento FASTCAM (una cámara de muy alta resolución) en el Telescopio Carlos Sánchez (TCS) de 1.5 m y el Telescopio Óptico Nórdico (NOT) de 2,5 m, que permitieron excluir otras fuentes que podían imitar la señal del planeta. Además de la contribución española, el descubrimiento se apoyó en las observaciones de otros telescopios en Paranal y La Silla (Chile) y el Telescopio de Mauna Kea (Hawai).
Esta imágen es una representación artística a escala del tránsito. El planeta está en la parte baja; la mancha irregular en la parte izquierda corresponde a una mancha solar.