Esta imagen de M106 (NGC 425, tomada en muy distintas longitudes de onda, muestra dos extraños brazos que no pueden ser observados en longitudes de onda observables ópticamente
Esta imagen de M106 (NGC 425, tomada en muy distintas longitudes de onda, muestra dos extraños brazos que no pueden ser observados en longitudes de onda observables ópticamente
Estrellas de formación reciente deslumbran imponentes en esta imagen de infrarrojos de la región de Serpens, una zona de creación de estrellas, a 848 años luz. Los puntos violáceos son estrellas 'baby', envueltas en la profunidad de una nube cósmica de polvo y gas que se va colapsando hasta crear nuevos astros.
Esta galaxia con apariencia de medusa se llama ESO 350-40. Se encuentra a aproximadamente cien millones de años/luz y en la imagen se puede apreciar como una galaxia más pequeña se sumerge a través de ella. Se puede observar una primera ondulación formada por este movimiento, en un anillo de brillante azul ultravioleta. El brillo indica que esta galaxia es una de las fuentes más potentes de rayos ultravioleta en el Universo más cercano. El azul le dice a los científicos que se están formando estrellas con entre cinco y veinte veces más masa que nuestro Sol.
Imágenes infrarrojas combinadas del telescopio espacial de la NASA Spitzer y de la sonda WISE muestran a RCW 86, los polvorientos restos del ejemplo más antiguo del que se tiene constancia de una explosión estelar, conocida como supernova. Muestra los restos de la luz remanente sobre el fondo de la Vía Láctea. Los colores de la imagen permiten distinguir los restos de la explosión del fondo de estrellas.
La galaxia del Sombrero
Esto que parece una enorme galaxia son de hecho dos: una galaxia fina con forma de disco (en rojo), que rodea a otra galaxia de forma elíptica (en azul). Se encuentran a 28 millones de años/luz, en la constelación de Virgo. Las imágenes infrarrojas del telescopio Spitzer revelan esta oculta dualidad de la galaxia del Sombrero. Anteriormente, los científicos creían que se trataba de un solo sistema.
Una belleza clásica
M-51 (nombrada así por ser el registro número 51 del catálogo de Charles Messier) es considerado como un ejemplo típico de una galaxia en espiral. Se encuentra a una distancia de alrededor de 30 millones de años/luz de la Tierra y es una de las espirales más brillantes en el cielo nocturno. Esta imagen de M51, también llamada Galaxia Remolino, muestra la majestuosidad de su estructura, de una nueva forma impactante, a través de varios observatorios orbitales de la NASA, incluido el Spitzer.
Un ala de la Nube de Magallanes
Durante diez años, el telescopio de la NASA Spitzer ha ayudado a los científicos a entender mejor el Universo. En esta galería echaremos un vistazo a lo que hay ahí afuera. Y aunque esta imagen parezca la de un grupo de estrellas que van a ser devoradas por un gigantesco monstruo, se trata realmente de una región de la Nube de Magallanes, un galaxia enana que orbita alrededor de la Vía Láctea.
Un cúmulo globular
Brillando como una joya espacial, este cúmulo globular, que se llama Omega Centauri, hace llegar su luz al cielo del sur desde una distancia de 17.000 años/luz. Los cúmulos globulares se encuentran entre los objetos celestes más antiguos del Universo y contienen millones de estrellas.
Zeta Ophiuchi
Una estrella se desliza por el espacio a 87.000 kilómetros por horas, creando una onda expansiva que es el resultado de los gases procedentes de los vientos estelares colisionando contra el astro. A unos 370 años luz del Sol, Zeta Ophiuchi es unas 80.000 veces más brillante que nuestra estrella. Sería uno de los puntos más brillantes en nuestro cielo, pero es invisible desde la Tierra, oscurecida por nubes de gases y polvo.
Nebulosa de la Hélice
La Nebulosa de la Hélice se encuentra a unos 700 años luz de la constelación de Acuario. En la imagen se puede contemplar una estrella enana blanca (en el centro de la fotografía). Las enanas blancas son el remanente de una estrella que en su día tuvo las características del Sol. El brillo rojo que se observa a su alrededor es, probablemente, polvo expulsado por los cometas que han sobrevivido a la muerte de su anfitrión estelar.