La Pelusa Local.
Las estrellas no están solas.
En el disco de nuestra galaxia, la Vía Láctea, alrededor del 10% visible de la materia está en forma de gas y se le llama medio interestelar (ISM).
El ISM no es uniforme y muestra discontinuidades incluso cerca de nuestro Sol .
Puede ser bastante difícil detectar el ISM local porque es muy ténue y emite muy poca luz.
Este gas mayormente de hidrógeno, sin embargo, absorbe algunos colores muy específicos que pueden detectarse en la luz de las estrellas más cercanas.
Un mapa del ISM local en desarrollo de unos 10 años luz basado en las observaciones más recientes es lo que se ve en esta imagen.
Estas observaciones muestran que nuestro Sol se está moviendo a través de la Nube Interestelar Local mientras que esta nube fluye hacia fuera de la región de formación estelar Asociación Escorpión – Centauro.
Nuestro Sol puede salir de la Nube Interestelar Local, también llamada la Pelusa Local, en los próximos 10.000 años.
Todavía se desconoce mucho de la ISM local, como los detalles de su distribución, su origen y cómo afecta al Sol y a la Tierra.
Esta imagen se la dedico a Burbujita, aunque puede que no la vea.
Por su feliz regreso, una vez recuperada su madre.
Afloramiento Comanche en Marte indica un pasado hospitalario.
¿Pudo la vida haber sobrevivido en Marte alguna vez?
Hoy, ningún animal o planta de la Tierra podría sobrevivir mucho tiempo en Marte simplemente por un ingrediente, el agua líquida, que está esencialmente ausente en la oxidada superficie del rojizo planeta.
Aunque las evidencias por los rovers marcianos indican que Marte podría haber tenido agua líquida en su superficie hace mucho tiempo, ese agua podría también haber sido demasiado ácida para las formas de vida.
Recientemente, sin embargo, un nuevo y detallado análisis de un raro afloramiento rocoso y tierra encontrado al azar en 2005 por el rover Spirit ha destapado una pista que indica que no todo Marte era siempre así de ácido.
El montículo en cuestión, apodado Afloramiento Comanche (visible cerca de la parte superior de esta imagen), parece contener una rara elevada concentración de elementos como el carbonato de hierro magnésico.
En esta imagen están exagerados los colores para realzar las diferencias en la composición.
Como estos carbonatos se disuelven en ácido, la persistencia de estos montículos indican que el agua quizá menos ácida y más favorable para la vida podría haber fluído a lo largo de Marte.
Con seguridad se va a continuar analizando en más detalle el asunto así como buscando otras señales.
Centro galáctico anotado.
El cielo hacia el centro de nuestra Galaxia está lleno de una enorme variedad de maravillas celestes, muchas de ellas visibles desde un lugar oscuro con unos simples prismáticos.
Entre las constelaciones próximas al centro galáctico están Sagittarius, Libra, Scorpius , Scutum y Ophiuchus.
Entre las nebulosas están los objetos Messier M8, M16, M20, así como las nebulosas de la Pipa y de la Zarpa de Gato.
Entre los cúmulos abiertos de estrellas visibles están M6, M7, M21, M23, M24 y M25, al tiempo que el cúmulo globular M22 también está visible.
Un agujero a través del polvo hacia el centro de la Galaxia revela una región brillante llena de estrellas distantes, conocida como la Ventana de Baade, que se puede ver entre M7 y M8.
Muestro también una versión de la imagen sin anotaciones.
Remanente de supernova en Vela.
El plano de nuestra Galaxia, la Vía Láctea, atraviesa este complejo y bello paisaje celeste.
En el borde noroeste de la constelación Vela, este mosaico de cuatro fotogramas cubre más de 10 grados de ancho, centrado en los resplandecientes filamentos del remanente de supernova de Vela, la nube en expansión de los restos de la muerte explosiva de una estrella masiva.
La luz de la explosión de supernova que creó el remanente de Vela llegó a la Tierra hace unos 11 000 años.
Además de los agitados filamentos de gas resplandeciente, la catástrofe cósmica también dejó atrás un increiblemente denso núcleo estelar en rotación, el Pulsar de Vela.
A unos 800 años luz de distancia, el remanente de Vela parece estar envuelto por un remanente de supernova mayor y más antíguo, la Nebulosa de Gum.