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Eclipse a la puesta de sol en los Andes.
El 11 de julio, después de una larga travesía hacia el este a través del Océano Pacífico Sur, la sombra de la Luna avistó tierra en América del Sur.
Durante un eclipse solar total próximo a la puesta de sol, la silueta de la Luna y el Sol se abrazan en el horizonte oeste, como se ven aquí por encima de la Cordillera de los Andes en las proximidades del extremo sur del continente.
Para disfrutar de un buen otero, el fotógrafo caminó hasta un lugar ventoso a 400 metros por encima del Lago Argentino, encaramándose dentro del cuadro después de haber colocado su cámara en un trípode.
A la izquierda, el cielo que está fuera del cono de sombra aún permanece brillante. Por debajo, las luces de El Calafate, en la Patagonia argentina, brillan a la orilla del lago.
Perfilando NGC 6188.
Las oscuras formas con brillantes bordes abriéndose camino a través de la polvorienta NGC 6188 miden decenas de años luz de largo.
La nebulosa de emisión se encuentra cerca del borde de la, sin embargo, oscura gran nube molecular en la meridional constelación de Ara, a unos 4.000 años luz de distancia.
Formadas en esta región hace tan solo unos pocos millones de años, las jóvenes y masivas estrellas de la asociación OB1 insertada en Ara, esculpen las formas fantásticas y alimentan el brillo nebular con vientos estelares e intensa radiación ultravioleta.
La propia formación estelar reciente fue posiblemente desencadenada por los vientos de explosiones de supernova de generaciones previas de estrellas masivas, que barrieron y comprimieron el gas molecular.
La paleta Hubble en falso color se empleó para crear este definido primer plano que capta y muestra emisiones de átomos de azufre, hidrógeno y oxígeno en tonalidades de rojo, verde y azul.
A la distancia estimada de NGC 6188, la imagen abarca unos 200 años luz.
El Meteoro de 1860, de Frederic Church.
Frederic Church (1826-1900), pintor paisajista estadounidense de la escuela Hudson River, pintaba lo que veía en la naturaleza. Y el 20 de julio de 1860 vio una espectacular fila de meteoros de fuego cruzar el cielo nocturno de Catskill, una extremadamente rara procesión de meteoros rasantes de la Tierra.
Desde la ciudad de New York, el poeta Walt Whitman (1819-1892) también escribió sobre la "… extraña y enorme procesión de meteoros, deslumbrante y nítida, disparados sobre nuestras cabezas" en su poema Año de Meteoros (1859-60).
Pero la inspiración de las palabras de Whitman fue olvidada.
Su referencia astronómica se convirtió en un misterio, materia de debate erudito hasta que los físicos Donald Olson y Russell Doescher de la Texas State University, la profesora de inglés Marilynn Olson y la estudiante de Programa Avanzado Ava Pope, localizaron informes que documentaban la fecha y la hora de la espectacular procesión de meteoros.
El gran paso adelante fue descubrir la conexión con el relativamente conocido cuadro de Church.
De manera adecuada, el trabajo del equipo astronómico forense acaba de publicarse, en el 150 aniversario del evento cósmico que inspiró tanto al poeta como al pintor.
Messier 76.
"Nebulosa en el pie derecho de Andrómeda…" comienza la descripción del objeto número 76 en el Catálogo de Charles Messier de Nebulosas y Cúmulos Estelares del siglo XVIII.
De hecho, M76 es uno de los objetos más tenues de la lista Messier y también se le conoce por el nombre popular de la "Pequeña Nebulosa Dumbbell".
Al igual que su homónima más brillante M27 (la Nebulosa Dumbbell), M76 está reconocida como una nebulosa planetaria, una cáscara gaseosa liberada por una estrella moribunda similar al Sol.
Se cree que la propia nebulosa tiene forma similar a una rosquilla, mientras que la apariencia de caja de su brillante región central se debe a nuestra visión casi de canto.
El gas que se expande hacia el exterior más rápidamente desde el agujero del donut produce unos bucles más tenues de material arrojado lejos.
El material más tenue está realzado en esta imagen compuesta, resaltado por la emisión mostrada de los átomos de hidrógeno en naranja y los átomos de oxígeno en tono azules complementarios.
La estrella moribunda de la nebulosa puede ser identificada en la definida imagen en falso color como una estrella coloreada de azul cerca del centro de la figura con forma de caja.
La distancia estimada para la localización de M76 es de 3 a 5 mil años luz, siendo la nebulosa de más o menos un año luz de diámetro.
La Nebulosa Trífida es polvo y estrellas.
La belleza más indescriptible y el desmadre más inimaginable pueden encontrarse juntos en la Nebulosa Trífida.
También conocida como M20, esta fotogénica nebulosa es visible con buenos binoculares hacia la constelación de Sagitario.
Los potentes procesos de formación estelar no solo crean los colores sino también el caos.
El gas rojo brillante se origina a partir de la luz estelar de alta energía golpeando el gas hidrógeno interestelar.
Los filamentos de polvo oscuro que atraviesan M20 a modo de lazos fueron creados en las atmósferas de estrellas gigantes frías y en los restos de explosiones de supernovas. El que estrellas jóvenes y brillantes iluminen la nebulosa de reflexión azul aún está siendo investigado.
La luz de M20 que observamos hoy quizás la abandonó hace 3.000 años, aunque la distancia exacta aún es deconocida. La luz tarda unos 50 años en atravesar M20.
Eclipse en la playa.
Mientras la sombra de la Luna Nueva se deslizaba por el Pacífico meridional el 11 de julio, la gente se reunía en la blanca y arenosa Playa Anakena en el lado norte de la Isla de Pascua para observar un eclipse solar total.
La experiencia fue captada en esta cautivadora imagen compuesta, construida a partir de una secuencia de 50 exposiciones consecutivas.
En su centro se encuentra el Sol totalmente eclipsado circundado por una titilante corona solar.
Las palmeras aparecen silueteadas contra un cielo oscurecido y la luz tenue se refleja en el agua, desde el punto de vista bien escogido.
Naturalmente, destacados por encima de los espectadores, en los límites de tierra, océano y cielo están los Moai, las misteriosas estatuas monolíticas de la isla.