Una cuenca de doble anillo en Mercurio.
¿Qué creo este segundo anillo interno en esta cuenca doblemente anillada de Mercurio?
Nadie está seguro.
Esta inusual característica se expande 160 kilómetros y fue retratada mientras que la sonda robótica MESSENGER sobrevolaba el planeta más interno de nuestro Sistema Solar la semana pasada.
Las cuencas anilladas dobles y triples, aunque raras, ya habían sido vistas en el pasado en Marte, Venus, La Tierra, y nuestra Luna.
Mercurio como tal tiene varias dobles, incluyendo la gran cuenca Caloris, la Rembrandt y la enigmática cuenca Raditladi.
Otros grandes accidentes circulares en los planetas y sus lunas son causados inicialmente por un fuerte impacto de un único asteroide o fragmento cometario.
Como es improbable que un segundo impacto ocurriera justo en el centro del primero, los grandes anillos dobles son normalmente atribuidos a flujos de lava volcánica secuenciales dentro del cráter de impacto.
Posiblemente, de hecho, el segundo anillo podría haberse creado por el derretimiento y el flujo de material volcánico después del impacto.
Una pista del origen del doble anillo fotografiado aquí es que el centro de la cuenca parece mucho más suave que la región entre los anillos.
La MESSENGER ha completado ya su último pase por Mercurio pero regresará e intentará entrar en su órbita en marzo de 2011.
Osea.....qué sensación debe dar perder de vista la tierra? no imagino siquiera subir tanto hasta perder de vista todo........
Por cierto, el fundador del Circ du Soleil le ha costado la friolera de 35mill el viaje espacial....... como está el overbooking últimamente, jejjejejejejeje
Iniciado por Travesura_bella
Descubrimiento realizado con el telescopio ‘Spitzer’.
La NASA halló un anillo gigante en Saturno.
El anillo más grande de nuestro sistema solar se encuentra alrededor de Saturno y es 20 veces mayor que el diámetro de ese lejano planeta. “Es tan grande que 1.000 millones de planetas como La Tierra podrían llenarlo”, comentó la NASA.
El hallazgo lo reveló ayer mismo un estudio realizado por la Universidad de Virgina en conjunto con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), publicado en la revista Nature.
Según los científicos, se trata de una capa delgada de piezas de hielo y partículas de polvo que se extiende desde los seis millones de kilómetros y hasta los 12 millones de kilómetros de la superficie de ese planeta gaseoso.
El “nuevo” anillo está relativamente lejos del resto de los otros conocidos de Saturno y su órbita está inclinada hasta unos 27 grados en relación con los anillos principales, dijo Whitney Clavin, científica del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
A pesar de que este anillo es muy difuso y no refleja mucho de la luz visible, esta vez fue posible observarlo gracias al telescopio espacial Spitzer.
Este aparato de la NASA, lanzado en el 2003, posee un telescopio infrarrojo de enorme capacidad y potencia. “El anillo descubierto tiene polvo y es muy frío (está a menos 193,33 grados Celsius), pero brilla con la radiación termal y por ello pudo observarse con el Spitzer ”, manifestó Clavin.
“Habría sido imposible atisbar el anillo con telescopios de luz visible porque las partículas que lo componen se encuentran muy separadas, con grandes distancias entre ellas”, aseguró Anne Verbiscer, astrónoma de la Universidad de Virginia que participó en la investigación.
El nuevo estudio también descubrió que es precisamente en el anillo recién descubierto donde orbita Febe una de las lunas más famosas y estudiadas de Saturno.
Este satélite natural es bastante rojo y tiene un diámetro de 220 kilómetros. Esa luna tiene una forma rugosa y circular, y solo refleja cerca del 6% de la luz del Sol.
Febe tiene la particularidad de que orbita a Saturno en dirección contraria a la de las otras órbitas de satélites. Además, rota en su propio eje casi una vez cada nueve horas por lo que no siempre muestra la misma cara al planeta.
Este hallazgo hace que los científicos sospechen que el material que conforma el anillo sea consecuencia del impacto de cometas sobre la superficie de Febe.
Hasta ahora, el mayor anillo de este planeta (y también del sistema solar) era el denominado ‘E’ que rodea al planeta a una distancia de 240.000 kilómetros.