Si aprendiéramos a mirar en vez de papar moscas, veríamos el horror en el corazón de la farsa; si simplemente actuáramos en lugar de hablar tanto, no acabaríamos, una y otra vez, yendo de culo.
¡Hombres, no celebréis todavía la derrota de lo que nos dominaba hasta hace poco!
Aunque el mundo se alzó y detuvo al bastardo,la perra que lo parió está otra vez en celo.
Brech: La resistible ascensión de Arturo Ui