El barro es una buena manera de moldear silencios y acercar posturas, querido loco, de encontrarnos a nosotros mismos.
Me conoces casi como si me hubieras parido.
Y eso mi inquieta, ya sabes....
...madre no hay más que una.
Vuelvo a esa cueva donde la contemplación te enseña a morder la rabia, la ira, el dolor, la hipocresía....ya sabes quien va de frente, muere de frente.
No padezcas, mis espaldas son anchas y mis ingles estrechas.
Supongo que lo mejor es seguir volando allá donde los sueños nos lleven, y donde quizás algún día las sombras sean la del bosque de dos, tres árboles.
En cuanto a lo de los contactos:
Que te jodan.
Eres un viejo diablo que sabe donde están los porticones del infierno que se dirigen hacía el paraíso.
Cuando llegues, coge cama para dos, o para tres, o para cuatro.....esto crece y no es precisamente la estrechez de la entrepierna.
Es que a veces el cansancio del alma, pesa, lesa y tala.