...Haz brotar sangre al menos de mi herida, que estoy cansada de morir apenas.....
....Llevábamos demasiado rato en el suelo.
Delante de las fotos.
Se me habían dormido las piernas de estar sentada.
Con las palabras en la boca aplastamos tantas cosas como con los pies sobre la hierba. Pero también con el silencio.
Edgar guardó silencio.
Aún hoy no puedo imaginarme una tumba.
Lola seguro que callaría gritando, seguro.