Año 1950.
Una pareja se besa frente al ayuntamiento de París. Tras ella, siempre estuvo la polémica. ¿Era un posado o era espontánea y robada? Una pareja llegó a llevar a Doisneau a los tribunales porque creían ser los de la imagen. El fotógrafo tuvo que confesar que había pedido a una pareja de estudiantes de arte dramático, Françoise Bornet y Jacques Carteaud, que posara para él.

A cambio les dio una foto, que venderían por una importante suma de dinero cuando ya era una de las fotos más importantes del siglo.
La protagonista llegó a confesar que «la foto era posada, pero el beso era real».