No sé el motivo (mentira, si lo sé) por el que hoy me da por escribir una carta a una convaleciente. Pienso que habrá miles de personas en estos momentos que acaben de pasar por una operación quirúrgica o estén padeciendo una enfermedad.
Pero la carta va dirigida, de entre todas esas personas, a una supuesta convaleciente con acceso a este foro y que, por lo tanto, pudiera leerla.
Empieza así:
Querida TÚ (no doy nombres para disimular):
Sé que estás pasándolo un poquito mal, después de tu operación. Es normal, aunque tú seas muy fuerte.
Pero alegra la cara, porque vas a salir adelante, sin problemas. Es una cosa sin importancia. Ya lo verás. Lo que siento es que lo hagas sin mi ayuda, porque me encantaría cuidarte ahora (y siempre).
Por otro lado he de decirte que estoy muy tranquilo por el hecho de que estés con Valeciente. Valeciente me cae bien, es incoloro, inodoro e insípido y jamás podrá ocupar mi lugar junto a ti. Por mucho que se empeñe.
Siempre te dije que serías una mujer perfecta en llegando la época menopáusica y de ahí para arriba. Y me reafirmo en ello, porque a partir de tal momento tendrías más difícil ser de otro. E incluso protagonizar algún devaneo. El tema hormonal jugaría a mi favor. Ya sabes que yo soy un científico nato y me fijo en todo, y esto que te digo no se me había escapado. El tiempo juega a mi favor.
Es más si la puñetera naturaleza no te hubiera dado ese cuerpo tan rico yo estaría más cómodo. Hubiera disfrutado menos, es verdad, pero tendría la tranquilidad de que mi tesoro no podría o sería menos codiciado por otros.
Ya sabes que yo, con tener tu boca me conformo (aunque de ella escapen víboras de vez en cuando, pero ya me haría yo una sopa con ellas).
Lo que no pensé es que la situación de convalecencia me produjera un placer similar. El hecho de que estés con Valeciente me tranquiliza en extremo. Es un taradito. Por no ofenderle vamos a llamarle "light" (aunque sea "zero")..
Si te cansas de estar con Valeciente, por fa, llámame a mi y no a otro. Es que no me fio de ti un pelo.
¡Ah! me faltaba decirte que "me alegro de que al recibo de esta carta te encuentres bien" (es un clásico y no podía faltar).
Cuídate mucho y no contrates enfermeros (no me jodas).
Miles de besos, TÚ
Hola