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Simunet
No todo son malas noticias para el Espanyol. La Vanguardia de hoy publica la siguiente noticia, bajo el titular de "Vender a la contra":
El Espanyol pasa por una delicadísima situación en el terreno de juego, y hay ruido de sables alrededor del consejo de la entidad. Pero, con la inauguración del nuevo estadio de Cornellà a la vuelta de la esquina, otros estamentos del club trabajan para aprovechar el flamante patrimonio y sacarle el máximo partido económico. No todo se tambalea.
Con tantas adversidades, incluida la crisis económica, el contraataque del departamento de marketing del club parce que está siendo bastante eficaz. Según su director, Adolfo Bara, los ingresos previstos por patrocinio, la comercializacion de loss nuevos palcos y otros conceptos van viento en popa.
Los patrocinadores de la presente termporada, por ejemplo, aportan a las arcas del club 8,42 millones de euros frente a los 7,96 millones de la 07-08. La baja de algunos de los patrocinadores -ligados a miembros del consejo y a empresas inmobiliarias en crisis-, que aportaban 2,6 millones por año, ha dado paso a otros como Interapuestas, Trinasolar, Abasol, Mitsubishi y Figueras International Seating, que ahora desembolsan 3,1 millones.
Este año, además, el club esperaba contar con dos fuentes de ingresos adicionales: los placos de Cornellà y el nombre del nuevo estado. En el caso de los palcos VIP, y pese al retraso en la finalización de las obras, el club afirma que ha firmado ya la venta de 7 de ellos a empresas como Agbar, Sacresa y Ubach y tiene 9 más reservados para otras compañías. Con los 7 palcos más que corresponden a patrocinadores, el Espanyol ya tiene ocupados 25 de los 36 con los que cuenta el nuevo estadio.
Al margen de estos palcos, el departamento de marketing también está comercializando 250 localidades del llamado President Club -en paquetes de dos- y otros 1.100 asientos del Corporate Club. "Estamos muy satisfechos de cómo van las cosas hasta ahora y más si se considera el momento en el que hemos sacado este producto al mercado", explican en las oficinas de Montjuïc, a punto de ser desalojadas. La venta de todos los palcos reportaría ingresos anuales de 5,5 millones de euros.
Lo que no avanza, al menos por ahora, es el ofrecimiento del nombre del estadio para que sea propiedad temporal -por un mínimo de 7 años- de una empresa, al estilo del Ono Estadi del Mallorca, el Allianz Arena (Bayern de Munich) o el Emirates (Arsenal). El club ha mantenido reuniones con empresas españolas, europeas y asiáticas, pero sin resultado aún. En las altas esferas del Espanyol confían en que el primer equipo dé el do de pecho en lo que queda de Liga. El descenso implicaría un varapalo económico y tener que renegociar todo. "¡Nos salvamos seguro!", repiten los dirigentes blanquiazules. Si no fuera así, los palcos se podrían transformar en columbarios.
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