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Don Vito Corleone
La desgracia de ser diferentes
2 de julio de 2011
No hace mucho tiempo en esta página uno de nuestros colaboradores hacía mención a la normalidad de la anormalidad que se vivía en Catalunya. Algunos tildaron de exagerados sus comentarios, alegando a que la cosa no estaba tan mal, que quizás exagerábamos un poco. Que en este país nunca viviríamos ninguna persecución y podríamos vivir con libertad y armonía con el resto de nuestros conciudadanos.
En estos últimos años hemos vivido escenas vergonzantes de trato de favor en pos de una Catalunya unicelular y cuadriculada. Hemos sufrido ataques indiscriminados por simplemente querer ser de otro equipo de fútbol. Por querer únicamente animar a otros deportistas que los que el régimen nos proponía. Hemos sido vapuleados por un sistema político que aunque cambie de manos y de ideología sigue manteniendo un estricto y armonioso lenguaje anti-perico que parece que les da un buen rédito.
Ayer pudimos ver el último capítulo de esta insufrible y asquerosa saga de desprecios e insultos hacia ciudadanos que pagan los mismos impuestos pero que han decidido libremente tomar una opción deportiva diferente. El recién nombrado alcalde de la ciudad que un día nos vio nacer y que tan diligentemente nos expulsó gracias a la gestión del anterior gobierno municipal, se permitía de afirmar en un documental que es una “desgracia” tener un yerno periquito o del Madrid (2’20″).
Tal como lo leen. El alcalde, que decía en su discurso político que sería un alcalde que gobernaría para todos, considera una desgracia que a una persona le guste ser del Espanyol. Piensa que los miles de pericos residentes en Barcelona y que pagan religiosamente su sueldo son una desgracia para la ciudad. ¿Y usted va ser el alcalde de todos?, ¿y usted va a gobernar por igual tratando a unos de desgraciados y a otros de santos?, ¿y usted pretende que el ciudadano perico lo respete sabiendo lo que piensa de él?, ¿y qué pensará aquel perico que le ha votado?, y sobre todo, ¿qué pensarán algunos compañeros de partido que supuran Espanyolismo?
Para nosotros, señor alcalde, una desgracia es que un tipo tan sectario como usted regente la alcaldía de una ciudad tan abierta y cosmopolita como Barcelona. Una desgracia es no saber hablar correctamente. Una desgracia es el paro y la ruina económica que viven las familias gracias la gestión de toda la calaña de dirigentes que tenemos. Una desgracia es disfrutar ofendiendo a 35.000 ciudadanos, muchos de ellos barceloneses. Una desgracia son las enfermedades, las guerras, el hambre, y sobre todo, una desgracia es tener una mierda de clase política que insulta y desprecia a ciudadanos por tener opciones diferentes de las que el régimen promociona.
Señor Trias, pida disculpas, y la próxima vez cállese que estará más guapo.
Editorial: Cronica Perica