Victoria merecidísima en Riazor, aunque se me antoja corto el resultado vista la gran superioridad del Barça en el partido de ayer. Desde un principio ya vimos que el Barça de ayer nada tendría que ver con el de Xerez o con el de otros partidos fuera de casa. Messi estuvo soberbio, fue el motor del equipo, marcó dos goles, uno de ellos de cabeza, como en la final de Roma. Ibrahimovic es un tío grande: volvió a marcar, junto con Villa encabeza la clasificación del pichichi, y los 11 goles que ha marcado en lo que llevamos de temporada, todos de un toque de balón, sin controlarlo.
Lástima de los fallos de Busquets y de Valdés en el gol gallego, que hizo que hasta el minuto 80 de partido se estuviera empatando un partido que se tenía que estar ganando por goleada. Lástima porque Valdés esta cuajando su mejor temporada desde que está en el Barça y porque Busquets hizo en conjunto un buen partido, una vez que parece que ya ha ido cogiendo el tono después de un inicio de temporada irregular. Henry sigue mal, muy mal. Corre mucho, presiona, trabaja mucho, eso nadie puede negarlo, pero es una sombra de lo que fue. Es encomiable el empeño que tiene Guardiola en recuperarlo, pero mucho me temo que no hay nada que hacer.
El próximo año podremos decir que tal día como hoy, Lionel Daniel Messi recibió en París el Balón de Oro menos discutido de la historia del trofeo: