Clara Lluna
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Cuando: 03/2013 - Ciudad: Madrid - en Hotel
Valoracion experiencia -->9
FX rank -->9.33333
Duración del encuentro: 720 minutos
Precio: 1300 euros
¿Pecho?: Tuneado
¿Fumadora?: No
¿Besa?: Besa con lengua
¿Griego?: No
Valoración Estética: 9
Valoración del Servicio: 9
Ya ha pasado un mes, y parece que fuera ayer. Aún guardo la frescura de su piel junto al recuerdo de unos ojos marrones que me robaron la razón. Hoy creo justo compartir con todos los presentes esta experiencia, para en primer lugar dar envidia a todos, y por otro lado, por si hay valientes de este lado del muro, dispuestos a arriesgarse a lidiar con semejante mujer.
El encuentro fue una auténtica cita a ciegas. Yo no sabía nada de ella, ella no sabía absolutamente nada de mí, y con un par, se cogió un avión para plantarse en Madrid y conocer a este impresentable. Tras un viaje un tanto accidentado, tuve la suerte de apreciar como en la T4 de Barajas, se iba haciendo el silencio conforme una guapa morenaza traqueteaba con sus tacones y sus gafas. Su abrigo apenas insinuaba el cuerpazo que había bajo él. Hacía frío y toda precaución era poca, pero aun con todo, Clara causaba sensación (poco después descubriría que el punto fuerte de clara es subir la temperatura en todos los aeropuertos) a su paso.
La cita no había comenzado bien, pero se torcería aún más cuando empezamos a ver las dificultades en cenar a tan altas horas de la noche en la periferia. Al final nos dieron algo en un italiano relativamente cercano al hotel y allí, en aquella mesa pude disfrutar con una chica francamente interesante. Clara tiene una cara muy armoniosa y bastante atractiva. Con unos preciosos ojos castaños, que, si te fijas bien, están sesgados en dos zonas de distinta tonalidad. Su melena es larga y sedosa, de un castaño oscuro. Lisa y muy cuidada. En general tiene unas facciones muy harmoniosas y una cara muy riquiña. Con un gesto mezcla de picardía y de cierta timidez.
Una vez en el hotel, me llevé dos grandes sorpresas, la primera, cuando Clara menguó hasta su tamaño real a una altura más propia de una chica que cuando, encima de sus tacones, estaba a la par conmigo. Pobres pies pensé. La otra, cuando salió de la ducha tal cual la trajeron al mundo y pude disfrutar del cuerpo más impresionante que jamás haya visto. Tiempo después la calificarían en una tienda de Madrid como una chica con cuerpo de muñequita, y la dependienta desde luego que se quedó corta. Delgada pero con curvas. De hecho, para mi gusto un poco sobrada de pecho, pero conforme bajabas la mirada, te ibas quedando con la boca abierta. En primer lugar la cintura es realmente estrecha, lo que remarca aún más la forma de su cadera. Las piernas, lisas y largas no tienen una imperfección. Y si se da la vuelta, si se da la vuelta muestra todas sus cartas con ese as que es su trasero. Menudo culo. Perfecto.
En plazas así no es fácil torear. Pero desde el primer momento clara me lo puso bastante fácil. Su naturalidad hace que no pierdas la compostura y su gracia y su timidez, igualan la situación, quitándote todos los nervios. En la cama conmigo fue muy mimosa. Claro que es lo que le había pedido yo. Cuidadosa, tierna y muy comedida, algo que se agradece cuando tienes una noche por delante, y al día siguiente pretendes hacer algo en el trabajo. En ningún momento parece lo que en verdad es, dándole un toque de naturalidad, que personalmente agradezco en estas situaciones. Conmigo no fue en ningún momento de pornostar, y aunque no lo pueda asegurar, me temo que no es su perfil más favorecedor. Le viene mejor el papel de novieta tímida que se destapa cuando se baja la intensidad de las luces.
Ha pasado ya un mes y a duras penas soy capaz de recordar mucho de lo que sucedió. Recuerdo que su boca era encantadora. Recorriendo cada recoveco de mi cuerpo. Surcando cada rincón de mi boca. Dándome placer sin tregua. También recuerdo cuando se subió encima de mí y comenzó a moverse rítmicamente, con tanto cuidado que cuando me quise dar cuenta, empecé a notar lo húmeda que estaba y lo cerca de terminar la noche que a mí me tuvo. De lo demás solo recuerdo retazos. Pequeñas imágenes. Sensaciones. Todo muy etéreo. Solamente sé, que todas las dudas que pudiera tener respecto a Clara, se me disiparon esa noche. Porque además de excelente amante, Clara te proporciona una conversación de lo más agradable (siempre que no quieras dormir). Por decirlo finamente, no se calla ni debajo del agua, y yo que también disfruto de la noche, como noctámbulo que me declaro, aquella noche nos dieron las diez y las once, y las… Cuando nos subieron el desayuno a la cama y fui consciente de que en lugar de acercarle al aeropuerto me tenía que ir pitando a la oficina sin haber dormido ni tan siquiera un minuto, me asusté ante la perspectiva de un duro día de trabajo en el que ni la tontorrona sonrisita que Clara me dejó, me ayudaría a mantenerme despierto.
Un pajarito me contaría que su retorno a la Ciudad Condal también fue accidentado. Cosas del destino que le empujarían a sufrir una segunda noche de insomnio a la que casi no se repondría. Yo por mi parte una vez rendido a sus encantos, me propondría disfrutar junto a ella de una semana inolvidable en el paraíso. Pero eso es otra historia y será contada en otra ocasión.
Experiencia en ForosX