Iniciado por
oliba
A veces se postea por despecho, otras por metamorfosis. Otras quizás porque lo pasaste bien y quieres compartirlo, por el deber de informar, porque no parezca que nos equivocamos en el foro y parezcamos normales cuando lo único que somos es puteros... que te sorprendería escuchar cuanta incisión pueden desprender los más hermosos labios. En fin múltiples motivos... incluso se postea porque las vacaciones son lo que son, y más si el cielo está gris y los perros se pegan al sofà y no hay forma de sacarlos... es decir, por aburrimiento.
Querida Penélope, aguardemos ahora, tú y yo, a que llegue nuestro turno, igual que dos violines en la mesa del forense.
Los idiomas se entrelazan, Oliba, la dialéctica se fragua formando un mar de singular riqueza, de extrema belleza y frágil vida repleta de quimeras y ensoñaciones, de vivencias y recuerdos que rebaban sobre el cuero de aquel sofá de nuestros propios jirones donde los perros ovillan la hastiada tarde de reencuentros que el azar aposenta y libera. Aunque el lenguaje pueda ser también una muralla, la de la incomprensión. O un puente, el de la distancia cercana.
Es díficil sentir con más intensidad la piel envejecida, la tez pubertal..... estragadas turban al cuerpo incandescente que desfallece en su esplendor, mientras se debilita la opulencia. Percibimos el dolor de la piedra en cada ruina, en cada techo devastado. Y esbozando una frágil sonrisa, se asiente.
El mentón gacho.
La mirada contra el suelo.
Y el rizo del cabello, coletea con la percepción de que el exhibicionismo no es ni más ni menos que la grandeza de lo que nos recorre por los adentros y corretea de charco en charco.
Te mojaste los pies, me los mojo.
Si las fronteras Oliba, son las cicatrices impuestas por el hombre a la naturaleza, jamás se ha visto un territorio, un plexo tan lleno de rotos, remiendos y suturas, tan herido.
Y es que la grandeza de lo escrito no es lo que se lee, sino lo que transpira, lo que se transporta, lo que llega....lo que nos empapa de sentido a las letras que se hilvanan... es la sensibilidad por encontrar un viento que sólo con abrazarlo nos arrope, nos muera dulcemente en su arrebato.
El exhibicionista, es un solitario encontrando un alambique donde la quietud le contradiga al mundo de ahí fuera.
Y sobre él, tu danzas como el gato que del muro salta al vacío.
Abajo, en la penumbra, en ese amasijo de hierros candentes....existe un aquelarre que pocos taxistas sabrían llevarte. puerto.
Sólo unos privilegiados, saben donde se citan la lujuria, el tacto y el tempo.
Enhorabuena, posteas porque no necesitas espejo.