Dado que en ése foro impresentable que es PutaLocura me han baneado a perpetuidad por no querer comerme los insultos de un moderador de la casa (un tal Fóllamecontrufa), paso a iniciar en ésta casa un nuevo tópico con mis últimos posts sobre BRAZIL (con Z).
Por supuesto, sois bienvenidos a incluir más.
Una semanita en Rio
Bueno… aquí estamos por fin en Copacabana. Se trata de un viaje de trabajo que me lleva a seis ciudades y que me tendrá cinco días más en Rio de Janeiro. Por la ventana veo la silueta espectacular de la Bahía de Guanabara. Es un día festivo (1º de Mayo). Y mientras oigo a Clementine cantar “La Mer” en el IPod, se cuela el ruido de los aviones publicitarios que rastrean la playa…
Hace sol, la playa se está llenando y yo me dispongo a ir a por el fantástico “café de manhá” que montan en éste hotel. No está mal…
Lo dicho: Cinco días más. Así que ofrezco a los foristas la posibilidad de hacer preguntas que pueda comprobar desde aquí in-situ. Al fin y al cabo es la valiosa información de gente como Gato Safado, Tomageroma y demás…. que me ha hecho la vida en Río más fácil. Obrigado a vocês...
Eso sí, esto es trabajo, companheiros. Así que tampoco da para salida diaria, e intento hacer las mayores burradas posibles en el mínimo tiempo posible. Lo que da para bastante…
Comenzaré diciendo que el Miércoles me acerqué por Help. Nada del otro mundo. Y aquí todo el mundo la da por cerrada en unos meses para construir un museo. Help nunca ha sido santo de mi devoción (valga la expresión). Hay meninas guapas, pero también hay mucha vulgar. Y por algún motivo las únicas que te atacan son las vulgares. Las realmente espectaculares ya tienen maromo a lado.
En cualquier caso Help estaba semi vacía y la gente no sale a la pista hasta la una y pico. Quizás vuelva el fin de semana..
Mi filosofía del sexo-de-pago es clara: Para sexo normal me quedo en casa. Ya estoy bien servido. Y si pago es para hacer lo que nunca harías en España. Ni pagando, vamos…
Adelanto que ya conocía L’Uomo y Centaurus de antiguos viajes, así que decidí investigar sitios nuevos. El primero fue el Montecarlo. Rua Hilario de Gouvea. Entrada a la altura de la calle, junto a la Avenida Atlántica.
Si algo me encanta de Brasil es lo fácil que se montan esto del sexo. No hay ni sentimiento de culpa, ni complicaciones. Todo es fácil, lujurioso, el placer por el placer mismo.
Son las siete de la tarde. Entras, te explican los precios como quien te vende una lavadora. Te dan tu llavecita y pa’lante…
Duchita. Albornoz. La llave al cinto y para la boate. Y ahí… waaaaaaaw!!! Hay unas veinte garotas. Todas apetecibles. Todas en bikini. Todas simpáticas. Buen rollo.
Y de todas, hay una que se destaca. Es como una Diosa de ébano. Cuerpo perfecto, cara perfecta. Dios…….
La verdad es que no hace falta escoger. Es tremenda. Mirada. Mirada devuelta. Sonrisa. Sonrisa devuelta. Un guiño y ya la tengo a mi lado. Diossssss… es bellísima…
Comenzamos a hablar y descubro que se llama Pietra. Que tiene 21 añitos. Que es carioca. Que está estudiando y hace el Montecarlo como complemento. Que es divertida. Que baila como los dioses y... que tal besa? Se lo pregunto y me suelta un beso hasta la médula que me quita cualquier duda. Ufffffffffffffff…
Le digo que quiero algo fuera de lo normal. Espectáculo y sexo. Y si es con más una mejor…..
Y… os dejo. Que me voy a perder el desayuno! Ahora luego sigo.
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(Continuación)
Si hay algo que simboliza la diferencia entre Brasil y el resto del mundo es el “café de manhá”. En serio!
En Europa en cualquier hotel cuatro estrellas te ponen dos croissants y ya se dan por satisfechos. Aquí es todo abundancia: Papaya, mango, melancía, piña, doçes de coco… y sucos de frutas que ni imaginabas que existieran.
Lo mejor es que mis amigos de Rio me dicen que todas las especies son traídas de fuera. Que en Brasil, con su clima, crece cualquier cosa en 2 días. Pero que la papaya, por ejemplo, no era originaria do Brasil.
El caso es que el hotel se ha llenado hasta los topes por la fiesta del 1º de Mayo. Ayer tenía toda la sala de desayunos para mí solo. Con vista fantástica de la playa. Y hoy está lleno de turistas locales que aprovechan el puente para ir a Copacabana.
Bueno.. sigo con mi experiencia del Montercarlo…
Estábamos en que le digo a Pietra que hoy quiero espectáculo. Me sugiere un “café con leche”. Y no habla de desayunos, sino de hacer un trío con alguna de las loirinhas que llenan la boate.
El caso es que nos tiramos una buena media hora entre bromas, risas y escoger a una tercera para la suite. Después de mucho hablar me sugiere a Viviane, una rubita con un culo que excita sólo con verlo. Ay ésa marquinha del bikini….!
La invitamos a nuestra mesa, pide su RedBull con Whisky (agggghhh que asco!) y comenzamos el juego.
Para mí son muy importantes los besos. Significa que una mulher se implica o no. Así que tras mi pregunta, me lanza otro beso hasta la médula que me deja por las nubes cuando luego me restriega la lengua por la oreja y el pescozo….
Una cosa buena del Montecarlo es que aquí no parece haber límites en la boate: Me enseñan lo pezones. Me tocan la polla. Me meten mano por todas partes… Y yo no voy a ser menos. Eso en medio de un montón de meninas bailando alrededor. Y es que hay una proporción de 4 a 1 entre mujeres-hombres.
A ésta altura ya hemos decidido hacer un trío con striptease, lésbico y juguetes incluidos. Y vamos para una de las suites delux. El único problema: Que está ocupada.
Vuelvo a decir lo mismo: No recordaba que en las termas se pudiera hacer tanto antes de ir al cuarto. Porque aquí todo está permitido. Excepto el francés en medio de la sala, hacemos de todo. Así que nuestra media hora se convierte en una hora, pero se nos pasa volando.
Y al final.. al cuarto. Van a cambiarse y Pietra vuelve con una maletita y un salto de cama transparente que es lo más sexy que ya vieron mis ojos. De dónde sacan el cuerpo éstas mujeres?
(En mitad, me cruzo en el pasillo con un mexicano, que cuando me habla en español se le reconoce a tres leguas. Y del que me escapo rápido por si ha venido con gripe
Ya en el cuarto-suite lo prometido: Un strip-tease como sólo saben hacer las brasileñas. Juegos y juegos. Espectáculo de las meninas con juguetitos. Jacuzzi. Mamada a dos lenguas. Beso a tres lenguas. Anal con la Viviane. Posturitas a tope. Penetraciones múltiples… En fin, lo que da de sí una horita bien dosificada para explotar al final encima de las dos.
Y lo mejor: Que te diviertes como un enano. Es cuestión de escoger bien y ahí entra también la psicología y la experiencia. Pero aquí todo es fácil. Buen rollo. Divertido. Lujurioso. Como dicen: Súper-legal…..
Y os dejo, que me voy a la playa. Luego continúo con mi experiencia en el 4x4. Un sitio que me sorprendió en todos los sentidos. Y muy gratamente.
El preciodel Montecarlo: Unos seiscientos y pico. Mucho dinero para Brasil. Pero cuando haces cuentas, se trata de unos 240 Euros por tres o cuatro horas de espectáculo, sexo, bebidas, duchas, masajes… y con mucho mejor rollo que en España. Y es que incluso las brasileñas cuando van a España, cambian. Los sitios son más cutres. Y más caros. Y se acabó la diversión, que todos son prisas. Bien pensado, tengo que montármelo para vivir una temporada larga en Brasil.