Hace ahora más de doce años que escribí este post sobre el Carnaval de Rio.

Y el caso es que sigue siendo tan válido como entonces. Así que... aquí lo copio tal cual.

Pensando, sobre todo, en la gente que se haya ido uniendo recientemente a este blog.

Que, así a lo tonto, lleva más de 290.000 visitas!

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El Carnaval nos iguala a TODOS.

Puedes ser una estrella de la televisión o una lumi del Cenaturus. En las carrozas del Sambódromo las encontrarás a todas.

Artistas de cine, estrellas de revista, amas de casa ricachonas o garotas de programa.. todas se transforman.
Lo único que necesitas es un CUERPAZO DIVINO y saber sambar.

Y de repente todas son… DIOSAS!!!!





Ahí van mostrando las tetas y moviendo las caderas al ritmo de las baterías... Lanzando besos hacia “la masa”...

Todo para el deleite de la gente: Favelados, estrellas, putos-gringos, loiros millonarios y camellos de Rocinha. El Carnaval les iguala a TODOS.

Una cosa fascinante es la interacción de la gente en Carnaval.

Sucede en muchas fiestas del mundo pero allí no tiene parangón:

Las barreras entre las personas caen. Ya sea a través de los abrazos, los besos o las risas.

De repente estás compartiendo la EXPERIENCIA con todo el que te rodea.

Y de una forma fantástica - que sólo lo logra la gente en Brasil - y aunque sólo sea durante una semana al año, las barreras entre las personas caen...

Puedes verlo por televisión.. y nunca será lo mismo.

Necesitas estar allí para sentirlo. Es todo: Los blocos de rua. La playa. Las fiestas. Los bares a tope.

Y… el Sambódromo:
OCHO horas seguidas que dura el espectáculo. Cafecinho pra aquí cafecinho pra lá... Bebida, comida, abrazos, besos (y en los camarotes también folladas)..



Y al final cuando llega el amanecer y te vuelves al hotel con las piernas temblando entiendes que el Carnaval de Brasil es la mayor fiesta pagana que existe en el mundo.