Autor: Explorador

Categoria: Escorts Mujeres

Volver al foro, luego de que tantos buenos escritores desaparecieron me generaba un poco de nostalgia. Tengo varias experiencias atrasadas y hoy, que no me siento muy bien, he decidido poner al servicio de la comunidad algunas de estas. tengo, en efecto, una extraña costumbre, que s ala de anotar todo, absolutamente todo lo que va pasando. Por ello tengo, como muchos de ustedes, dos agendas: la agenda oficial y limpia, y la agenda gatera.
La historia es del mes de abril, para ser precisos del jueves nueve. Fue uno de los días más agotadores que recuerdo y estaba, realmente harto de la mediocridad. Muy temprano alguien en el subte hizo el típico comentario contra la prostitución y dejó en claro que todos aquellos que recurrimos a los servicios de una meretriz, somos partícipes de la trata de blanca. Esa gente desconoce que, precisamente, la persecusión de la prostitución alienta la trata ilegal, desconoce que la prostitución en sí misma constituye el ejemplo de como funciona un mercado libre: hay un oferente y un demandante, y el precio del producto/servicio depende de la libre elección de cada una de las partes.
Como es mi costumbre, al llegar a la oficina abrí mi agenda y busqué las que tenía marcadas como "pendientes". Son aquellas mujeres que han obtenido buenos comentarios y puntuaciones en el foro. Buscaba algo eficiente y barato, por lo tanto, desistí de ir a la sección "a probar", es decir, aquellas escort que aún no han estado sometidas al escrutinio ajeno.

Llamé a cuatro y sólo estaba disponible Erika, de Mimosas Vip. ( Buena página en la que encontré varias dedicadas trabajadoras. Me comuniqué y luego de los datos básicos concerté una cita para las 17:30. Media hora antes de lo pactado, salí de la oficina y caminé un poco por Corrientes hasta Maipú, donde tiene su lugar esta mujer. En el camino entré a Juleriaque, compré un perfume . Luego fui al encuentro.

¿Qué decir? El lugar era satisfactorio. Nada del otro mundo. Limpio, ordenado, me invitó a que me higienizara, pero le respondí que ya estaba en condiciones. Mínima charla (no era un buen día para mí) y empezamos. Tiene dos pechos grandes y hermosos, muy bien puestos para su edad. Es de piel morena y de rasgos faciales aceptables. Su cuerpo es exuberante y hace lo suyo muy bien. Es una gran feladora, de eso no cabe duda. Puede engullir sin ninguna dificultad un miembro masculino y tocar los testículos con la lengua, aunque para ello deba acostarte y no pueda evitar alguna que otra arcada. Realizamos un 69 y no encontré ninguna desagradable sorpresa. Se trata de una mujer limpia y cuidada, una mujer que conoce el oficio y sabe lo que un hombre busca con sólo mirarlo.
En un momento se puso encima de mi y llevó mis manos de sus caderas a sus pechos. Se movía, sonreía, gemía y poco a poco empezó a masturbarse cada vez con más fuerza. Luego me dijo:

"Dame en cuatro"

No hizo falta que lo repitiera y tras largos y placenteros minutos, emepzó a moverse ella. Dimonaba la situación, quería ser ella quien dijera cuando y dónde... y lo hizo al punto que me sugirió que le hiciera la cola. Vi el lubricante en una mesilla de noche junto a la cama y sin dudarlo lubriqué, metí un dedo y pude sentir mi propio pene en su vagina... luego otro y finalmente ingresé mi miembro. Apretaba... presionaba y pensé que me correría en un segundo más... pero no, ella es una muy buena escort, una verdadera prostituta, conocedora de su profesión y de su arte. Me dió una minutos de placer y luego sí, eyaculé con todas mis fuerzas mientras ella presionaba mi pene y lo exprimía.

Descansé, desnudo en la cama mientras ella, con pericia y cariño me quitaba el preservativo. No sé bien en qué momento, pero sin previo aviso comencé a sentir su lengua en mis testículos y empezó una nueva mamada. No paró hasta que notó que estaba por llegar a un nuevo orgasmo, y entonces empezó a masturbarme y pasarme sus pechos por el pene. Su voz sonaba lejana y a una velocidad reducida, como un disco puesto a menos velocidad. Asperjé sus pechos con lo que me quedaba y quedé rendido. Sus labios besaron mi miembro y luego de una prolongada caricia en mi rostro me dijo:

"Ya podés volver a casa".

Me dio tiempo para limpiarme y vestirme. Me vi al espejo y noté las marcas del cansancio, noté el paso del tiempo. Ya no tengo 23 años, no tengo los 18 que tenía cuando me propuse entrar en cuanta mujer pudiera, aún si tuviera que pagarle por ello. Pero, con treinta años, sigo tan fiel a este vicio que no puedo sentir vergüenza.

¡Que otros opinen lo que quieran! ¡Que otros hablen de moral! Nosotros somos libres, y estas mujeres, son libres de poder trabajar.

Tablita


Contacto: http://www.mimosasvip.com/escort.php?idEscort=3089

Cara: 8
Edad: 40
tetas: 10
cola: 10 (¡entrega! )
Cuerpo: 9,33
onda: 10
relojea: En absoluto
besos: Si
pete: 10
lugar: 9


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Fuente: http://www.escortsxp.com/foro/escort...-new-post.html