Soy un novato, casi sin experiencia, un casto varón, casi un eremita... la mayor parte del tiempo.
En ocasiones, sin embargo, salgo de mi ensimismamiento místico, siento una presencia a mi lado, con ella me entretengo y ¡oh, colmo del engreimiento! lo cuento aquí o allá.
No sabría describirme del todo. Algún "buen amigo" opina que soy...
... feo, gordo, sucio, contrahecho, mezquino, indiscreto, indolente, mal vestido, bebedor, pendenciero, vicioso, cruel, glotón, irascible, maleducado, impertinente, tahur, bajo, vago, mal cantante, inoportuno, informal, grosero, torpe, maloliente, zafio... en fin, una perla.
¡Vaya, vaya! Imagino que no se puede agradar a todo el mundo y no entiendo cómo me soportan.
Ha, si. Me sorbidava: llo hanyadiría que zoi horbidadiso, inpotente, cenil i incurto.
Yo me pregunto cómo hay gente a la que le gusto, porque el caso es que -contra todo pronóstico- hay veces que me lo dicen (por ejemplo hoy mismo).
Será que caen fulminadas con mi mirada de basilisco o con mi aroma de hombre del campo y ya no rigen.
¿Seguro que me quieres conocer? Mira que estoy mú mal, mú mal.