Me presento a este gran templo de sabiduría del amor, con la humildad del ignorante y el empuje del novato. Necesito de vuestros conocimientos para no errar tiros ya que el tiempo y el dinero son elementos finitos mientras que el placer sexual es infinito.
Lo dicho, deseo que me acepteís en vuestra comunidad para sorber de vuestras experiencias y aportar los conocimientos que vaya adquiriendo.