Como la mayor parte de los que por aquí andamos, también he estado mucho tiempo a la sombra "bebiendo" de la fuente de vuestras experiencias. Fuente que, todo hay que decirlo, ha sido de lo más exquisita. Habría que embotellar su agua.
¡AY!!! que sería de mi sin vuestra sabiduría!!! Cuantas horas de felicidad me habeis facilitado.
Lo mio era pura y simplemente pereza. Por lo tanto, solo me queda suplicar perdón por no haber compartido con vosotros mis modestas opiniones o, tan solo, las palabras de ánimo que os debo.
Sigo siendo perezoso, pero me he hecho el firme propósito de participar aunque solo sea los años bisiestos (aquellos en los que me hecho dos siestas).
Me despido reiterando mis disculpas por la repetida pereza y mi agradecimiento por vuestras experiencias y consejos.
Nos vemos.