Buenas tardes guapísimos, quiero agradecer a todos los que habéis leído el relato que escribí ayer, la verdad es que me gusta mucho hacerlo y me animáis a seguir escribiendo y también a ponernos un poco a tono.... He de reconocer que yo me pongo cachonda cuando los escribo, jajajajaja.
Os pongo otro que he escrito hoy, es de un lésbico, una de mis experiencias con Angela.
Besazos!!!!!
Experiencia con una mujer…..Angela
Era especialmente bella, su cuerpo firme, esbelto, tremendamente elegante y sensual, toda ella era armonía en movimiento. Pero sus ojos…., podría uno perderse en ellos, hablaban de pasión, de lujuria, de deseos cumplidos y por cumplir.
Entró en la habitación con una naturalidad digna de una mujer que sabe lo que quiere, que sabe que con un solo gesto o mirada podría hipnotizar.
Estábamos las dos de píe, de frente, ella vestía una camisa de seda que se adaptaba perfectamente a sus firmes pechos, un pantalón negro y unos tacones altísimos, acerqué tímidamente mis manos a sus pechos, sus pezones se pusieron erguidos y entonces supe que aquello iba a ser una experiencia única.
Comenzamos a besarnos, su boca era jugosa, fresca, tremendamente sensual, nuestras lenguas bailaban al unísono, moviéndose, devorando, yo saboreaba cada recoveco de su boca con mi lengua, estaba empezando a humedecerme, como me ponía aquella mujer, mientras seguía besándola empecé a desabrochar su camisa, pero ella me sorprendió y de un solo tirón arrancó todos los botones que quedaban, aquello me hizo enloquecer de deseo.
Desabroché su sujetador y dejé libres sus pechos, eran preciosos, del tamaño, la textura y la dureza perfectas, mi boca se dirigió a sus pezones y empecé a jugar con ellos con mi lengua, los lamia, tiraba de ellos suavemente, jugaba con mi lengua y mis labios y ella empezó a gemir, inclinó su cabeza hacia atrás, su pelo caía en cascada por su espalda, era una imagen digna de retener en la memoria.
Mi mano bajó hacia la cremallera de su pantalón, fue bajándola lentamente y la introduje por sus braguitas, su coño estaba húmedo y empecé a jugar con mis dedos con su clítoris, iba notando sus palpitaciones y como se iba creciendo lentamente, respondiendo así a mis caricias, tenía que verla desnuda, no podía aguantar más.
La hice que se apoyara en la mesa para poder quitar del todo la ropa que llevaba, necesitaba contemplarla en toda su desnudez, acariciar cada centímetro de su cuerpo y deleitarme en él.
Ella estaba tumbada encima de la mesa ya desnuda, tenía que probar ese coño que tanto había prometido antes al acariciarlo, la hice que subiera sus piernas y las colocara a los lados de su cuerpo encima de la mesa, su coño estaba totalmente expuesto, tenía un coño increíble, apretado, con labios firmes, aún se notaba la marca del bikini y ese contraste con su piel morena la hacía aún más apetecible.
Me puse de rodillas y llevé mi boca hacía su clítoris, empecé a jugar con mi lengua con él, lo rodeaba en círculos, lo lamía, lo chupaba, succionaba suavemente, sus gemidos se incrementaban, bajaba y subía con mi lengua por todo su coño, lamiéndolo, llenándolo de mi saliva, era una de las cosas más exquisitos que había probado, sabía a placer, a lujuria, a deseo contenido, a placeres dignos de ser saboreados por las bocas más exigentes.
Incrementé el ritmo con mi lengua, subía y bajaba por todo su coño, lamiéndolo cada vez más rápido y haciendo más presión sobre su clítoris, ella comenzó a temblar y a gemir con desesperación, estaba a punto de correrse , sus piernas se cerraron en torno a mi cabeza, ahora sus gemidos eran cada vez más fuertes, seguí chupando, una y otra y otra vez hasta que ella con auténticas convulsiones se corrió en mi boca y pude al fin saborear la gloria……
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