Ana, que sepas que ayer estuve de calçotada y ....bueno, ya sabrás lo que se me venía a la cabeza. Imagínate, yo rodeado de toda la familia y cada vez que me metía un calçot en la boca, se me dibujaba en la cara una ligera sonrisa, que seguro que más de uno pensaba, "pero qué le pasa a este tío?, ya se le ha subido el vinillo"
Esto ya nunca volverá a ser igual.