osiris, estas perdonado. Ha sido difícil, pero te he perdonado. No se los demás ……..
Yo también quiero profundizar en mis pensamientos. Divagar, dejar correr la mente, el alma, el pene, sobre todo este último ………….
Y es que al final de la vida, estoy en ella, en estos últimos segundos vitales, se agolpan y galopan los recuerdos, lo vivido, lo gozado, lo sufrido, lo sofrito y el refrito.
Quedan pocas ideas, pero de las que calan, las que te forman y conforman. Son el hormigón armado de la vida, el encofrado portugués de la misma. Siempre he evitado por ello, para que calen, las capas isoasfalticas.
Por ejemplo, lo que me ha refrescado más el espíritu no han sido las alegrías personales, ni los triunfos, ni las mujeres que he amado, ha sido la Coca-Cola en botella de vidrio (la de lata, un asco) aunque atendiendo al tamaño de mi ataúd debí aficionarme a la Diet Pepsi. Pero ya no tengo futuro, solo pasado, y ya no puedo modificar las burbujas calóricas abrevadas, porque yo no bebo, en mi espíritu animal, yo abrevo. Y alguna que otra breva, también.
¿Y el placer? ¿Es la vida placer? Si, puede serlo, incluso en este mundo de tristezas. Puede ser hasta gozo, solo has de ser valiente, muy valiente, y eso que deseas hacer ejecutarlo, sin que te afecte la opinión de los demás. Sobre todo en verano. Un buen plato de judías con chorizo, denso, espeso, cargado, energético. Sudando, a pleno sol, gotas que caen por la frente, pero puro placer. Y luego, en un gesto de hedonismo, en plena digestión, notas esas fuerzas interiores que quieren escapar, irresistibles, esa huella del condumio, de mostrar a los demás que tú has podido, que ellos no, que son cobardes, que nunca lo lograrán. Y dejar escapar ese interior gasificado que oprime. Lentamente, sensación cálida, acogedora, puro placer. Átomos olorosos, combinación olfativa nunca alcanzada, con fuerza, un cuesco nuclear. Ese pedo glorioso que tan a gusto deja, definitivo, que sacia el espíritu y que nadie acepta, sociedad cobarde y estigmatizada con la libertad de quien, en el análisis de su propio yo, ha decidido vivir en libertad.
Creo, en definitiva, que la vida esa así, como ese pedo furtivo pero deseado, un asco para los demás pero puro placer para ti.
Y recordad, no hay dos sin tres aunque a la tercera va la vencida, por lo que a quien madruga Dios lo ayuda siempre que, no por mucho madrugar, amanece más temprano. Y a caballo regalado, gracias. Si es de raza árabe, muchas gracias.
Eso es todo, amigos y amigas.