¿Con sinceridad?... Pues malo
¿Por qué? Pues porque soy organizado y perfeccionista y trabajo habitualmente con equipos donde el nivel de exigencia es alto. Siempre hay personas que tienen problemas para seguir el ritmo, por las razones que sean, y hay que dejarlos atrás...
En serio, si estamos por la faena pues lo demás es secundario. Se saca el trabajo adelante y luego cada uno ya se divertirá como más le guste.
Y lo malo del caso es que ya era así de pequeñito, me han dicho muchas cosas, la más habitual "El cabrón de la barba"...