Al leer lo de la nata, he recordado un experimento gastronómico de sibarita total. La nata, la mermelada de fresa o de frambuesa, y un oral que pone las bases de la nueva cocina mediterránea. Eso lo probé -con una amiga- y fue toda una fiesta. Al final hubo una buena jodienda y terminamos en un jacuzzi. Pero eso es un placer romano -pero de la época del imperio-.
Un saludo -o igual deberé escribir a partir de ahora un salido-.