Después de haber ido leyendo, estos últimos tiempos, múltiples opiniones y constatando grandes diferencias de parecer y polémicas, unas veces educadas otras exacerbadas, he llegado a la conclusión, seguro que equivocada, de que gran parte de estas disparidades dialécticas tienen su origen en las expectativas sobre lo que esperamos recibir cuando contratamos una escort.
Sin afán de realizar un estudio científico, eso se lo dejo a Nietze y a Barcel, que veo que lo llevan muy bien encarrilado, ni pretender tampoco desarrollar todos los modelos de comportamiento posibles, cosa harto difícil y aburrida, siento curiosidad por conocer no que motivaciones nos inducen a utilizar los servicios de pago. Tampoco pretendo hacer ningún tipo de valoración moral, ni nada más lejos de mis intenciones es hallar cual es el modelo de prostituta ideal, es mucho más sencillo que todo esto pero, tal vez, más complejo. Aclaro un poco la situación. Cuando uno lleva un cierto recorrido en este mundo como cliente de escorts, has tenido diferentes experiencias y casi todas ellas diferentes. Algunas las recuerdas como un tesoro, otras tu memoria prefirió echarlas a la papelera del olvido ya que nada positivo te reportaron y sí esa amarga sensación de haber sido trasquilado. Cuando en un foro como este se ponen en común nuestras percepciones, tarde o temprano algún otro forero ha coincidido como cliente de una chica con la que tu has estado. Unas veces, sus sensaciones son similares a las que viviste, otras ves que desprecia lo que tu valoraste ya que el esperaba algo diferente; en otras denotas que lo que para ti fue una tomadura de pelo para el es lo más maravilloso que le ha pasado; o justo todo lo contrario, que una chica que a ti te pareció que te realizó un servicio maravilloso, para él es una petarda, una mala profesional porque ciertas cosas no las realiza.
En definitiva, no existe la prostituta ideal, es una falacia esperar que exista esa cortesana que sepa dar a cada cliente lo que el espera. Sí que quizá hayan diferentes formas de realizar un servicio sexual, también diferentes escuelas por origen de las chicas, o genética, o también chicas más dispuestas a correr riesgos y con ello ofrecer menos límites al servicio, o de entregar más o menos su cuerpo (las hay que solo te dejan un agujero para consolar tu polla y otras que te dan todo su cuerpo), u otras que saben actuar tan bien, que te hacen creer que te aman y se comportan como una novia enamorada…
Cuando recordamos una cita, cuando valoramos como nos fue, queramos o no, lo que estamos haciendo es valorar en que grado se cumplieron nuestras expectativas. En que grado esa escort con la que hemos estado ha satisfecho nuestras necesidades. ¿Qué necesidades? ¿Qué expectativas?