Iniciado por
castellanoviejo @ Martes May 06, 2008 5:57 pm
Tuve una novia escort.
Voy a contar mi historia, de amor, ilusión y desesperación con una chica que conocí hace casi tres años, no se si mi experiencia puede valer de experiencia a otros foreros. Para mí, sin duda fue abrir una ventana al otro lado de la cama y ver el lado humano de todas las escort.
Quiero comentar que no me arrepiento de nada y verdaderamente nada es blanco o negro, la variedad de grises en al amor es infinita.
No voy a nombrar ni país ni lugares para evitar que reconozcan la historia…
Por mi trabajo, desde hace 10 años, viajo por muchas partes del mundo sobre todo por países en vía de desarrollo. En uno de esos viaje después de pasar una semana por el interior de un país en condiciones bastantes duras, llegamos a una ciudad costera y en un buen hotel después de una buena ducha y una cena europea por fin fuimos a la discoteca del un hotel a tomar unas copas con los compañeros de trabajo y algún paisano amigo…
Ya en la discoteca (bueno algo parecido), el ingeniero que nos representaba en el país y autóctono del mismo, me pregunto que si quería que me presentara una amiga. Se levanto y vino con la criatura más bonita que he visto, después de las presentaciones se sentó a mi lado, copas y charla (ella hablaba 4 idiomas…), se hizo tarde y me despedí de ella pues estaba cansado…
Mi amigo se levanto y me dijo que la chica le apetecía pasar la noche con migo… yo extrañado, a mi me gustaba mucho, pero así de primeras…
Luego de una forma delicada me comentó que le diera cierta cantidad de dinero que lo estaba pasando mal la chica… comprendido.
Pasamos tres noches maravillosa y no hablo de sexo puramente dicho, era una mujer delicada, dulce y cariñosa. Me hizo sentir como nunca y me encantaba que después de hacer el amor apoyara su cabeza sobre mi pecho.
Llego el momento de volver a España… en cuerpo, mi corazón fue secuestrado por esa angelical criatura, me dijo 25 años, pero en realidad tenia 22.
Una vez en España la llamaba todos los días y le mandaba regularmente algo de dinero para su hija a través de mi compañero…
Un día dejó de coger el teléfono, mi compañero no sabía nada de ella, se evaporizó en el aire… amigos/as comunes, todos buscándola, su familia… nada paso el tiempo y perdí la esperanza.
Llegaron las vacaciones y decidí ir en su busca estaba preocupado, una vez allí después de una semana de infructuosa búsqueda me di por vencido. Cenado en un restaurante se acercó una chica a mi compañero de trabajo. Le pregunto si él era el amigo de….. que la chica estaba en España y me estaba buscando, si podía darle mi teléfono, él le contesto no se pregúntaselo a él, el es tal…
Me dio su teléfono y la llame de inmediato yo me alegre y me di cuenta que la amaba…
Una vez en España el encuentro en una cafetería y parecía que ella sentía lo mismo que yo…comenzamos una relación… rara pero intensa. Ella trabajaba después de unos meses en España en una agencia de escort de lujo…
Nunca hablamos de su trabajo, jamás consintió en hablar del mismo… así pasaban los días, ella desaparecía de vez en cuando y me llamaba desde donde estaba a escondidas para decirme que no me preocupara que estaba bien…
Cuando volvía a casa, comenzamos a compartir de vez en cuando un apartamento, se duchaba y si estaba durmiendo se metía en la cama con migo me besaba y decía “te quiero”…se acurrucaba a mi lado.
Yo le comentaba que dejara el trabajo que yo rico no soy pero que para comer a ella y su hija no le faltaría… pero se acostumbró a una forma de vida y un estatus que yo no podía darle.. (6000 euros un fin de semana), lo que yo gano en tres meses trabajando 10 horas. Ella siempre decía es lo que hay lo tomas o lo dejas…
Pero dinero fácil, no, dinero rápido, se lo que digo, pues mucha noches me llamaba del cuarto de baño de algún lejano hotel llorando diciendo me cuento me quería.
Cuando los celos me comían pensando, como dice Antonio flores, quien podía estar encima de ella, me decía con cariño, no es amor, es meramente una transacción económica…
A ella le gustaba, cuando estaba en casa, cuidar de mí como una novia tradicional, comprarme cosas y mimarme mucho.
Pero llego un día que cambio de agencia y pasaba temporadas largas en otra ciudad, cada vez no alejábamos más, hablábamos todos los días pero sus ausencias cada día se hacían más largas, un mes, dos…. Nunca quería que fuera a verla, siempre decía-no quiero meterte en mi mie…lo hago para protegerte… yo cada ves más preocupado y pesado, ven, déjate eso… discutíamos cada vez más fuerte, hasta que la relación estaba muerta, yo enamorado locamente veía que se me escapaba… poco a poco se difumino en el aire…
Después de todo fui feliz y no me arrepiento de nada. He aprendido que cuando pides el servicio de una escort, de más o menos precio, es siempre un ser humano, con sus problemas, sentimientos y angustias, e intento tratar a las chicas como me gustaría que la trataran a ella.
Muchos veces intento buscar por las distintas agencias intentando reconocerla… pero hasta la fecha inútil…
Ayer me llamo y no cogí el teléfono… es una historia terminada y yo soy para ella un lastre y ella para mi dolor…
Espero que sirva de algo este relato…