Iniciado por
cipoton @ Miercoles 09 Apr, 21:01
Este hilo me recuerda una película protagonizada por Jim Carey. No recuerdo el título. El era un abogado de éxito y a causa de un deseo de su hijo, se veía obligado a decir siempre la verdad. El resultado fue que desde que empezó a decir siempre la verdad puso en peligro su trabajo y sus relaciones personales. A pesar del refrán que dice que quien bien te quiere, te hará llorar...diría que a nadie le gusta que le digan aquellas verdades que resulten molestas a nuestros oídos. Nos duele mucho más que en alguna ocasión que nos digan esas verdades que ya sabemos en nuestro interior pero que preferimos callar. Esas duelen de verdad porque tanto esfuerzo en engañarnos a nosotros mismos...y ese gilipollas va y me dice lo que ya casi había conseguido arrinconar y casi olvidar.
Yo he tenido la desgracia de que si no digo lo que pienso, me siento mal, incómodo y eso me ha causado múltiples problemas en todos los ámbitos. Ya de adolescente con mis padres a los que nunca mentí pero con unos cuantos malos rollos que con una mentira me habría ahorrado. En el trabajo, con clientes, con jefes y con empleados. Hace unos años un jefe me comentó que si fuera menos díscolo y más diplomático habría llegado muy lejos. Con mi mujer a la que siempre le he dicho la verdad, a riesgo de haberlo pagado caro. Con mis amigos, quienes me conocen saben que soy totalmente transparente, para bien y para mal. Algunos y algunas se han quedado por el camino porque no soportan un librepensador que en muchas ocasiones soy la antítesis a lo que les gustaría oir.
Tal vez el mundo sea de los mentirosos, de esos que halagan los oídos de quienes les rodean. Aunque a sus espaldas los pongan a parir a ellos solo les dedican que palabras bonitas, promesas vacías. pero es lo que nos gusta escuchar, la verdad si nos fastidia mejor que se la callen.
En este mundillo pago para que me mientan. para que me digan que que guapo que soy, que que grande que la tengo, que soy un cielo, un encanto...a diferencia de la vida real en donde prefiero que vayan de cara y me digan la verdad aunque no sea bonita.
Este es mundillo de mentiras, donde nos miran la cartera y nos dicen que que bonita mirada tenemos. Y para no ser menos, nosotros lo que queremos es un polvo y les decimos que que simpáticas, que encantos..y todo lo demás. Los hay que hasta prometen amor eterno para follar a mejor precio. Pero somos tan ingenuos que como lo que nos dicen nos suena a música celestial nos lo creemos a pies juntillas sin profundizar demasiado, no sea que descubramos la mentira.