Tema: Anecdotas "Puteriles".

Hola.
Cuando uno por suerte o por desgracia, ya tiené un cierto "rodaje" puteril. Pués a parte de buenas y malas experiencias, tambien va acumulando anecdotas o situaciones "curiosas".
Así que abró este hilo. Ya que estaria bien leer anecdotas desde los dos "lados". Las que se pueden contar. :wink:
Ya que por experiencia sé que hay algunas que uno se las llevara a la tumba.
Yo recuerdo una que me pasó en los años noventa.
Fué en un local de l´Eixample, que aún existe, pero con otro nombre. Yo era "fijo" de dicho local. Tenian habitaciones tipo suite. Muy guapas.
Yo estaba con una chica de la que era bastante asiduo.¡¡ Nuestros encuentros eran fuego!!
El caso es que estabamos en "plena faena", habiamos echo variedad de posturas. En eso que cambiamos a la de "misionero". Y me acuerdo que en la cama encima las almohadas habia una barra, como de cortina la qual llevaba unos almohadones así en forma de decoración. El caso que para no hacer "flexiones" y teniendo aquella barra frente las narices. No se me ocurrió nada más que agarrarmé a la susodicha. Así que cuando ya llevaba tres o cuatro envites. Está cedió.
¡¡¡Le pegué un "barrazo" a la "compañera"!!!
¡¡¡ Que seguro que hoy aún se acuerdá !!!
El caso es que el servicio se acabó en ese momento. Al principio le dolió. Pero luego por lo comico de la situación nos reimos un montón.
Solo decirme ella, que para la proxíma a parte del preservativo, se traeria un casco, por sí a caso.
En fin que ella se salió de la habitación. Y cuando vino a rrecojermé la encargada le conté lo sucedido.
Esta si que se "partió" de risa.
Yo le dije que si le debia algo. Ella me tranquilizó. Me dijo que no tenia importancia.
El caso es que a la semana siguiente. Yo me presenté con un taladro y herramientas. Y le arreglé el estropicio.
De lo que estoy seguro. Es que con los tacos y los tornillos que le pusé.
¡¡¡ Esa barra no la arranca ni Dios !!!

La prueba es que luego me querian de "mantenmiento".
Lastima de no ser de Barcelona.

Ya os contaré más.

Saludos a tod@s.

Una anécdota digna de explicar en este hilo me ocurrió con Mireia y unas esposas que le habían regalado y que una vez cerradas no había forma de abrirlas, anécdota que ya fue contada por Mireia en aquel hilo de las "Expes de foreras", y a aquella explicación me remito.

Una anécdota graciosa, curiosa, me ocurrió no hace mucho. No puedo decir con quién y dónde me ocurrió, porque a ella no le gustaría, y por tanto, guardaré silencio al respecto. Ocurrió lo siguiente: después del folleteo, dado que todavía faltaba un ratito para la hora pactada, la chica con la que estaba se me abrazó, apoyando su cabeza en mi pecho. Empecé a acariciarle la espalda y el culo, algo muy agradable para los dos, para mí porque tenía (tiene) una piel muy bonita y suave y a ella le gustaban mis caricias. Pues bien, tan a gusto estaba ella, que se quedó dormida, profundamente dormida. Cuando me di cuenta, dejé de acariciarla, me daba lástima despertarla. Pensé: "bueno, ya se despertará sola..." Y allí estaba yo, en la cama, inmóvil (parecía que me estaban haciendo una resonancia magnética) y ella a mi lado, o mejor dicho, encima mío, dormida. Finalmente, al cabo de unos 5 o 10 minutos, se desperó. Se echó las manos a la cara. "Dios mío, no sé que ha pasado...lo siento". "No pasa nada, mujer..." No pude reprimirme y le di un beso en la frente (¡qué guapa estaba recién despertada!), beso cariñoso que ella me devolvió camino de la ducha antes de irme.