Iniciado por
Capitán Haddock @ Jueves Apr 03, 2008 2:18 am
Otra. De esas que uno duda si contar o no, pero es anécdota pura. Visito a una chica conocida, hacía tiempo que no la veía. Alegría, abrazos, y las cosas que podéis imaginar. Cuando me desnudo, se fija en mis zapatos, dice que le gustan... ¡qué nuevos! No, tienen cinco años pero están muy bien cuidados...
Suceden las cosas que habían de suceder, todo bien, un rato ameno y agradable, todo en orden. Larga charla después, ducha y a vestirse. ¿Dónde están los calzoncillos? ¡Ah, aquí! ¿Y los pantalones? mmmmm... míralos. ¿Dónde habrán ido a parar los calcetines? Ella: ¡míralos, ten! Y se agacha, los recoge y, ante mi enorme sorpresa, se los lleva a la nariz y empieza a olisquearlos como un perrito, aspira hondo (yo horrorizado) y exclama: ¡Qué bien huelen, huelen a cuero nuevo, esos zapatos están nuevos!!!!! Los olisquea un ratito más y finalmente me los devuelve, ante mi estupor, me los pongo, me calzo y ya está.
Vaya personaje... la verdad es que es una cachonda total.
Ciao!
Pescanova