Nunca llegue a aprender q cualquier desgracia personal es una insignificancia cuando la sitúas en el contexto del universo, q uno no debe tomárselo d otra forma, y que debemos saber vernos desde fuera, mi padre me enseño (sin éxito) a separarse de uno mismo: q era muy útil.
Yo nunca aprendí a hacer eso, el día q mi padre murió (hace tiempo) le eché en cara q no m’explicara mejor esa técnica…
Y cuando las adversidades te zarandean, la frustración ( d esa asignatura pendiente) aparece...
Y cuando el miedo y el vértigo te acechan querría volver a ser pequeña, querría volver a estar junto a mi padre y estar más receptiva a su explicación, y preguntar y preguntar todo ese montón de preguntas q no tengo respuesta…
Qué tontería… ¡!!