Seguro que a alguno de los foreros-as le ha ocurrido lo mismo que a mi éste mediodía…Lo cuento.
Por cuestiones profesionales he tenido un encuentro (reunión/almuerzo de trabajo) con diversas personas, una de ellas del sexo opuesto al mío. Hacía unos 10 años que habíamos coincidido en un proyecto, y hoy en un buen restaurante de Barcelona hemos vuelto a coincidir de nuevo… Yo sabía de su presencia, desconozco si ella lo sabía o no (aunque personalmente, lo dudo).
He llegado puntual a la cita, la profesionalidad ante todo. Solo indicaré que era un sitio habitual en la confluencia de Diagonal con Balmes (cuyo nombre evoca a una circunferencia). Más detalles no hacen falta, al contrario… sobran.
Entro, y me recibe atentamente un portero muy educado (comme il faut)… Dejo mi abrigo en recepción y me entregan, a cambio, una boleta con un número. Me dirijo al comedor acordado, y hago acto de presencia. Y ella, ahí… De pie y con la sonrisa en los labios, como yo la había recordado hasta hoy… El resto del encuentro, lo voy a ahorrar para no aburrir al respetable… Dejo para dicho respetable el ayudarme en como sigue la historia… por si es de vuestro interés…
Intuyo que nos ha pasado algo similar a más de uno/una… Seguro…
Ayudadme a completarla, se trata de un puzzle no acabado…
Siau,