Hoy domingo los diarios de papel y los digitales (también) nos ilustran sobre esta frase de Sarkozy: "¡Quítate de en medio, pobre gilipollas!" Frase que el presidente de la República Francesa pronuncia cuando un sujeto le dice "eh, no me toques, que me ensucias" cuando Sarkozy se ofrece a darle la mano.
Sinceramente, ¿qué hubieras hecho tú? ¿Hasta qué punto tiene que soportar un servidor público las groserías? ¿Y tiene que responder con otra grosería?
¿Esto se está convirtiendo en el mundo de los groseros (y las groseras)?