Iniciado por
icaro69
Queridodiado silencio:
Creo que es el veintidosavo folio que engurruñado voy a lanzarlo con el codo.
Las florituras, cuando llevas veintiuno de veintiuno, empiezan a apolillar el lado lúcido del cerebelo, que el oscuro ya tiene sus vicios, sus escondites, sus artimañas, sus propias trampas. Con el codo, para que luego no digas que si te dejo en bandeja de plata es fácil, que si de gancho te me atolondras, que si de lanzamiento lejano me ayudo de las cucarachas que forman el vértice secreto del encantamiento. Sin bloqueos, ni estratagemas.... a pecho descubierto. Intentaré no embarullarte en mi aramea lengua de trapo, ni confundirte con giros al infierno.... procuraré que lo que te escribo te llegue con voz, semibaja, al tímpano de lo inintiligible pero suficientemente firme para que sepas que me dirijo a tu alma de acero.
Quiero que sientas como me siento, no hay más.
No sé por donde empezar, pero no importa, me apetece susurrarte un cuento.... no es ni el de abolengo, ni de sapos, de hadas... es un cuento arrancado de cuajo con el bisturí de la vida negra, con las tenazas que la úlcera somnolienta y compulsiva segrega coagulos de angustia gelatinosa, lágrimas que se repudian a ellas mismas, gritos que ensordecen la densa espesura del bosque inflado como cuando el payaso sonríe mientras le lloran los pulmones..... no quiero que me huyas, que rehuyas la respuesta de mi eco más sincero, no quiero que te escondas como un cobarde que salta al vacío evitando el sudor sanguinolento de tus pasos desordenados.... quiero, deseo que te sientes, que me escuches, que si no sientes que debas tocarme, que no te marches... que me acompañes en esas noches perras, lobas de gatas lunas y de gemidos enmarmolados.... quiero, deseo que te sientes, que me escuches, que si no me sientes... me toques en tus sueños más primitivos.... allá donde la lucha, la perfidía, el ocaso de la razón te proporciona el alivio de sentirte deseado por unas manos que apartas, por una boca que rechazas, por un vientre que lames.... pero que al fin y al cabo del miedo no le des tregua.
Quiero que sepas que me he enamorado de tu saliva alegre, de tus fluidos pegajosamente cadentes... como el suero de la vida eterna. Quiero que sientas que me guardo para ti, hasta que decidas rebanarme la aorta de la lujuria con la sencillez de tus manos atadas a mi pecho..... deseo que me sientas en tu vientre, queridodiado silencio.... como crece, como creces, como crezco, como se engrandece que del puro vicio, del puro egoísmo la humanidad se transforma en una mota de sangre blanca. Sólo una, es suficiennte para mancillar la catedral que se construyó con el tesón de tus manos y las naúseas del hoy, hoy es pasado....mañana quizá no estés. Y arremolinadamente, difuminas el murmullo de una oración rebelde.... te enclasutras, te clavas y me ofreces, a lo que nadie tendiste, me abriste a la piel de tu interior, a los pliegues de tus lagos oscuros, ocultos, me lloraste y confaste.... me dijiste todo, sin decirme nada.... estremeciéndote, ruborizándote, agachando tu lengua en la mia, mientras mascullabas palabras que no se olvidan.... que como piedras se posan en aquellos rincones que nacen sin que nadie sepa donde moran, donde se descubren.....
Queridodiado silencio, los dos tenemos miedo, pánico..... yo porque me quiero dormirmuriendo a tu vera, y tú despiertasyacabas a la de ella. Y ese sonido martilleante que forja el lazo umbilical, ese sonido que no tiene cuerpo de voz, pero si arrullo de conciencia.... no puede evaporarse aunque levantes muros de quimeras, muros de mentes ajenas, muros de tiernas alcobas.... y ese sonido, esa cancioncilla te despierta y te encela, te emperra, te machaconea y agrede en cuanto los mandamientos sagrados del orden celestial se desmoronan y se baten en duelo, en lucha fraticida... como balas de carne que nos recuerdan que cualquier armadura está hecha de carne, de huesos.... de alma.
El desorden es meridiano, el caos es absoluto. Y no estoy bien. Y no estás bien. De la opípara cena de los silencios compartidos, a la huelga de hambre de silencios distantes.... fascinante algarabia de estados de sitio, de ánimos encubiertos, pero los pensamientos, los malditos deseos no se alejan, no se entierran por muy lejos que tu cuerpo arrastre a tu alma.... estamos en perfecta armonía, sincronizados con el dolor, la pasión, las lágrimas y las telas de araña, yo te quiero escuchar, yo te quiero rozar, abrazar y tu me ofreces que te quierodio.
El relicario de imágenes es un abalorio, ya impregnado, por siempre. Cuando me dijiste en el altar de la desnudez del alma.... que tantos años cubriste tu corazón, que durante algún lustro el acero había ocupado tu cor, no te viste los ojos, no te viste los labios, no debiste jamás haberme mirado a la lengua que arrinconaba cualquier palabra inventada, cualquier frase por escribir..... existe un lugar en los sentimientos incapaz de expresar y reflejar lo que un estremecer, un encoger, un rodear, un clavar confieren.... existen momentos en la vida de una persona donde el sentido y la razón se olvidan de los trajes de saliva, de los zapatos planos, del maquillaje y de los cepillos; se olvidan incluso de quienes queremos ser, porque en definitiva somos como somos.
No hay más, sencillamente queridodiado silencio todo queda guardado en un cofre de tez rosada, de escamas y branquias abiertas, de labios entrecortados, resteñados y redimidos del pasado.
No temas, no me importa, no te recordaré, ni siquiera hurgaré donde el pasado no debe existir. En la oscuridad, en la más lúgubre distancia, donde se enrocan los miedos, siempre brota tu gris, mi azul.
Y ambos queridodiado silencio, sabemos que aquella lluvia de invierno, preñada de oscuridad, prisas y remolinos, sembró la espina dulce, la que segrega el dolor, la que esparce olvido y vehemencia.... ahora cuando el frío es intenso, cuando la noche durante veintitres horas....me dispongo a engurruñar el cejo, el veintidosavo, el sueño.... entre el lino de tus caricias y la seda de tus mimos.
Ahora que ya sabemos por donde camina el acantilado, sólo te ruego, sólo te pido que me sigas odiandoqueriendo en silencio.
Habrá una noche, no se cuando, pero llegará.... que necesites escupirme llorando, tembloroso, abatido, rendido, desbocado..... ese día por lejano que parezca....estaré ahí aguardando a que la espera que ahora parece eterna, sea sólo un instante.
Habrá valido la pena, porque de lo más sincero, de lo más honesto, siempre nace vida. ¿Y qué es una vida sin lo que más quieres.....?
Un maldito silencio.
Te odio con toda mi alma.