Retomando este pequeño homenaje al "divo" os cuento que la próxima vez que vaya a Roma, si dios y el destino lo permiten en un mes o así, me iré a comer a un pequeño restaurante junto a la Chiesa de la Trinitá dei Monti donde tuvo el privile´gio de conicidir con él en un par de ocasiones.
P.D. Que conste que soy un furibundo Wagneriano, pero la versión que grabó de la Traviata con Kiri Te Kanawa pone los pelos de punta.