Iniciado por
Jioan
Con respecto a comparaciones con otras profesiones, que he visto por aquí, el único argumento a dar sobre la prostitución, es que en la mayoría de los casos es el último recurso al que se recurre. Que si los médicos y los maestros depresión....que si los obreros mortalidad....etc, etc...si, es cierto, es cierto. Que todos nos vendemos en mayor o menor medida.....que si, que si. Si todo eso es válido. Pero el médico, el maestro, el obrero...todas esas profesiones en si no son depresivas ó mortales. Son las condiciones, el contexto. La prostitución en el mejor de los contextos no es deseada por nadie (excepto esta minoría). La gente que voluntaria y libremente la escoge es mínima. Las mujeres que se ven obligadas por razones económicas a ejercer, no son libres. Si, ya, todos trabajamos porque nos vemos abligados por razones económicas. Pero nuestro trabajo no consiste en exponer nuestra intimidad. A no ser que como esa parte mínima, sea libre y voluntario, en cuyo caso no es por amor al arte, sino por dinero.
El PUNTO DE lo que quiero decir es que como se ha dicho anteriormente, al pan pan y al vino, vino; y la prostitución no es un buen trabajo. Me da igual que en el resto de los trabajos todos estemos alienados, pero a nadie le gusta hacer el amor cuando no le apetece, y menos con alguien que no le gusta. Y como ya he dicho, la mayor prueba de ello, es que es un oficio que nadie escoge a no ser que se vea obligado, ó que pueda afrontarlo con sus pros y contras, en cuyo caso el contra siempre pesa más que el pro.
En cuanto al desgaste psicológico, daré mi opinión psicológica. Todos los individuos necesitamos un reconocimiento mínimo intelectual, de las personas que nos rodean. El punto de Bella que yo lo comparto, parte de la base de que inconscientemente, el hecho de que el conjunto de los individuos con los que te relacionas, por muy majos que sean, te consideren un recipiente, va minando por dentro, amargando y frustrando. Ese reconocimiento intelectual necesario en todos los grupos sociales comprendidos, del grupo con respecto al idividuo, desaparece, y es cuando se produce el problema. Esa falta, no se observa en médicos ó profesorado, cuyas causas de depresión son distintas, y no por causas intrínsecas a la profesión ejercida.