En ocasiones me asusto cuando observo que las cosas terrenales me privan de lo esencial.
Existen otras cosas para ver y vivir la vida. Los sentimientos.
Incluso no sé si este es el lugar apropiado para desnudar ciertas vivencias. Pero creo que si. :wink:
En todo caso doy por sentada la compresión de los contertulios/as.
Hoy mi estado de ánimo no es el mas adecuado, pero hace un rato la charla con un angel me alegró el dia y me ayudó a escribir.
Lo que de verdad me asustó es que hoy hace un año y hasta hace un momento mientras paseaba por lugares estraños (que raro hablan los franchutis :wink: ) no me acordé.
Mi homenaje a una gran Señora.
Como decía hoy hace un año.
La Sra. XXXXX nos dejó a los 73 años.
La conocí hará unos 22 años, andaluza emigrante que para encontrar una mejor vida dejó su querida Sevilla y como otros muchos se desplazó a Catalunya, donde como decía -trabajando se saca una familia adelante-
Vió nacer a mis hijos, y entre sus labores de ayuda en mantener la vivienda en orden siempre encontró los momentos apropiados para amarlos igual que a sus propios hijos.
Hace unos 9 años cuando me separé, sus lagrimas no fueron obstáculo para ofrecerse a convertirse en la persona que velaría porque mi nuevo domicilio estuviese como -los chorros del oro- que decía ella.
Mujer humilde, no demasiada culta, pero inteligente como pocas y con un corazón que no le cabía en el pecho, siempre con una sonrisa en el rostro, hacendosa y diligente cuidó de que mis limitaciones no se percibieran y "el piso" siempre lució lindo. Conseguí incluso que su idioma fuese el andaluz-catalán. Su acento nunca lo perdió.
Confidente leal, jamás de su boca salió el mas mínimo reproche a cualquiera de mis actos, que sin duda los años y la confianza le permitían.
Los años no pasaron en balde y los últimos tiempos su salud ya no le permitía realizar su trabajo, pero el hecho de poder casi cada dia acudir a poner orden y dar las correspondientes instrucciones a quién contraté para que la ayudase, le hacía sentirse importante y util.
Hace unos dos años cometí la torpeza de decirle que mejor que no viniese mas, que ya le tocaba descansar y dedicarse a pasear, sus lagrimas me hicieron pedirle perdón y evitar así cometer semejante atropello, quizás los últimos tiempos no se ganó el sueldo, pero la conversación que me regalaba, sus sabios consejos y sobre todo su amistad acompañada de algún guiso que con delicadeza siempre me dejaba en el frigorifico hizo que pudiese seguir gozando de su compañia.
Nunca fué una sirvienta, siempre fué "la directora general de la logística" de mi vivienda.
Como ocurre en ocasiones yo estaba fuera de Barcelona, pero llegué a tiempo; acompañé a su familia al traspaso, sus cenizas volvieron a su Sevilla amada, su hijo me entregó las llaves de mi domicilio que ella siempre guardó como tesoro, administrando su uso como lo que era, una gran dama.
Se fué una amiga, una confidente, una gran Señora.
En ocasiones la vida nos da el regalo de compartir espacio con personas como la Sra. XXXXX
El lunes o el martes ya de regreso a Barcelona, todo y mi agnosticidad me acercaré a un cementerio, uno cualquiera, que mas da; seguro que desde el Valhalla o donde esté, me regalará una sonrisa.
Incluso farem petar la xarrada y algún consejillo recibiré.
:wink: