Fede, tío... Que ha pasado?
Acabo de llegar a casa. Te estuve esperando en luxtal, manteniendo el agüita del jacuzzi calentita. Pasaban los cuartos y no aparecías; me cepille el champagne, llore un poco, pedi otra botella y me metí en el agua, desconsolado, a ver si así bajaban mis ardores.
La señora rusa de la recepción ha calado la situación. Se ha presentado sobre las cuatro en la habitación.
- Quierrrrrres una poco de compañía, tovarrrrich?
Y yo, con el pedete y el despecho que llevaba, he pensado que te daría una lección.
Pero... Mientras ella me percutía como una posesa strapon style. Yo no dejaba de pensar en ti.
Ahora me siento sucio, y estoy triste.
Ya te vale, Fede. Para que me ibas detrás? Si luego has pasado.
(Pero si quieres quedar otro dia... vale!) Tampoco lo he pasado tan mal.