Antes era muy Talibán en estas cosas: Los pechos debían ser naturales, sí o sí, sin concesión a discusión.
Pero después, a parte de dejar lxs Talibanes lo más lejos posible, comprendí que lo más importante de unos pechos es que quien los luce se sienta en armonía y felicidad con ellos.
Y también reconozco lo difícil que es encontrar unos pechos naturales realmente hermosos. Y ahora me doy cuenta que os debo una experiencia...
...en la que hablaré de unos pechos que merecerían un museo.
Pronto....