-
En algunas ocasiones, esa pretendida clase "adquirida" no es más que un pretexto para justificar un precio muy alto para trabajar lo menos posible y con la mayor rentabilidad. También, cuando en realidad se aborrece y desprecia a las escorts y su trabajo, aunque no tenga más remedio que serlo, es una forma de querer distinguirse de ese colectivo que en su intimidad menosprecia y odia profundamente. Todo cuadra. Más precio, menos mal trago trabajando, mejor se siente creyéndose distinta
Puede existir, y existe, claro que existe, la clase, inherente a la persona, claro, las hay, algunas incluso sin consciencia de tenerla. Porque forma parte de su carácter y de la formación pacientemente adquirida por su naturaleza. Son así y basta.
Pero en otros casos, vuelvo al inicio, no es más que un guión ensayado y estudiado, a veces incluso escrito para mejor aprenderlo de memoria, y para evitar, en lo posible, las lagunas de la mentira. Una imagen circunscrita a la relación profesional. No hay más. La apariencia puede funcionar, durar por años. Pero llega un momento en que ese castillo, de naipes, se desmorona.
Y entonces sólo queda eso. Un engaño de alguien que no es, ni por proximidad ni casualidad del destino, lo que aparentaba o decía ser. Y la sensación de que uno, el que vivió presa de ese engaño, lleva tatuado en la frente un billete de 500 euros.
Afortunadamente, no siempre es así.
-
Los siguientes 4 usuarios han agradecido a Oliba su mensaje:
Data61 (30/01/2013), josebcn (29/01/2013), sept2006 (29/01/2013), teo (29/01/2013)
Permisos de Publicación
- No puedes crear nuevos temas
- No puedes responder temas
- No puedes subir archivos adjuntos
- No puedes editar tus mensajes
-
Reglas del Foro