Tienes habilidad para sacar temás que nos hagan pensar un poco, Oliba.
En mi caso, las experiencias a las que calificaría como parecidas a perfectas son aquellas en que la escort se implica tanto que me hace olvidar que, al fin y al cabo, se trata de un intercambio de sexo por dinero. Es la sensación de que en ese momento yo soy único para ella y no hay nadie más, y durante una hora (o el tiempo contratado) olvido mis pequeños problemas para relajarme con su compañia.
Saludos, Oliba, y felices fiestas.