No creo que existan cocodrilos albinos y ciegos en las cloacas de Nueva York, ni que sean ciertas mil historias de padres despistados a los que les secuestran la hija en el Centro Comercial. Ni la familia a la que se les murió la abuela en el cámping y llevaban el cadáver en la vaca del coche cuando se lo robaron…
Vamos que no creo en leyendas urbanas.
Y tampoco creía en la que sostiene, desde hace tiempo, que hay un altísimo porcentaje de prostitutas lesbianas. Sí, y así lo he disfrutado muchas veces, hay muchas escorts bisexuales, de hecho hay muchas mujeres bisexuales. Supongo que la bisexualidad está más presente entre mujeres que entre hombres por un simple hecho de “comodidad”, de “facilidad”, de juego “reversible”. De un sexo que no posee ni penetra sino que comparte placer y ternura, cómo sólo dos mujeres pueden hacerlo.
Y antes que nada, declaro que no tengo nada, pero nada, contra la homosexualidad. Quien me conoce sabrá que es cierto porque en mi círculo de amigos y de colaboradores, en mi vida “primera” los hay, y muchos.
O sea que voy a hablar sólo de un hecho, no a valorar conductas ni tendencias sexuales.
Pues eso, que yo creía que no, que no había un alto porcentaje de lesbianas entre las prostitutas. Pero, con el tiempo, me he dado cuenta que sí, que esa leyenda no lo es. Que es una realidad.
Supongo que Lesbiana se nace o se hace. Y el optar a lo largo de tu vida por esta tendencia, perfectamente normal y respetable, puede venir por muchos motivos. Por lo que veo, o me parece, o es muy aparente en ciertos grupos organizados, esta proporción es más notable entre escorts maduras. Y se me antojan, así, a bote pronto, dos motivos.
- Fatiga heterosexual. Llevan mucho tiempo en ésto, acaban cansadas de su trabajo, y del sexo con hombres, que sólo identifican con su profesión. Algunas optan por la homosexualidad. Otras, simplemente, renuncian al sexo en su vida privada. Sucede, vaya si sucede
- Rechazo heterosexual. Bien porque han accedido a la prostitución forzadas por “los hombres de su vida” , bien porque realmente aborrecen esta ocupación pero no pueden hacer otra cosa, y tienen que hacerlo precisamente com hombres, bien porque llevan tiempo autojustificándose y encuentran en el hombre la culpa de lo que hacen y que, íntimamente, sus morales rechazan. Por cualquier motivo que haga el hombre, el machito culpable. Al final, el hombre, cómo género, el varón, se convierte en algo odioso, especialmente el cliente, y sobre todo el que ha sido cliente de ellas. Parece contradictorio odiar a quien permite tu forma de vida, verdad?, pero sucede, vaya si sucede.
Estos son los motivos principales que puedo imaginar. Hay otros, complementarios, o quizás principales en algún caso aislado: la soledad, la incomprensión de los otros, la marginación social, real o auto inducida, incluso la marginación “promovida” por quien quiere extender su problema a quien no lo tiene, que puede favorecer más el contacto entre escorts (y algún vividor/protector/amigo que se apunte, que algunos hay) cómo única alternativa de vida privada …
Y, claro está, puede que simplemente sean lesbianas porque lo son y lo quieren y que además se enamoren. Pues alguna habrá que hasta habrá conocido a su pareja contratándola y acaba retirándola! No pasó entre clientes heteros y escorts?. Pues puede pasar también. Y que coman perdices! Que mientras las haya las comerán. Cómo pasa siempre
¿Que os parece?