Supongo que cualquiera que no viva en una cueva, habrá sido bombardeado mediaticamente con la efeméride del hundimiento del Titanic. Exposiciones, reportajes, libros, cenas conmemorativas y el reestreno de la azucarada pelicula de James Cameron inundan los medios.
Dejando a un lado el debate moral sobre sí es lícito sacar tajada sobre una tragedia, a mí me gustaría decir que jamás he entendido esta fascinación por un barco que se fue a pique, por la dejadez de los miembros de la tripulación (¿Como es posible que un vigía pierda los prismáticos?), los errores en la cadena de mando (Mientras en las calderas del barco entraba agua a raudales en el puente de mando ignoraron su llamada), la inacción de un capitán que abrumado por las circunstacias prefirió hundirse con el barco (no era el primer naufragio fruto de su inutilidad buscad: RMS Olympic) a aceptar un consejo de guerra en Inglaterra que, con toda seguridad, le hubiese llevado a la horca (Schettino fue más "valiente" y se piró del barco el primero), la soberbia de cuatro peces gordos, un fallo a la hora de leer las cartas náuticas que hizo que se desviaran de su ruta y meterse en zona de icebergs y a un clamoroso fallo de en el diseño del barco.
Si señores, han leído bien, el Titanic estaba mal diseñado, era una chapuza flotante que su destino más probable sería acabar en el fondo del mar. Como así fue.
Luego saldrán los que dirán: "¿Y la gente pobre de tercera clase? ¿La gente humilde que se quedó encerrada en el barco mientras los ricachones se escapaban?" Otro error.
Hay un par de aspectos que se les escapan a quienes se hacen estas preguntas; el primero es que es un error juzgar una situación antigua con la mentalidad moderna. Antiguamente la vida humana no se valoraba tanto y se valoraba a la gente por quién era y por lo que podía hacer, no por ser persona. No sé si me explico: era más importante si la palmaba J.P.Morgan que no un camarero de Chesire. Ese idea antinatural y tóxica que dice que TODOS SOMOS IGUALES empezó a arraigar después de la Segunad Guerra Mundial.
Y el segundo aspecto que se les escapa a las mentes bienintencionadas, es que en el TITANIC NO HABÍA POBRES. ¿Nadie ha caido en la cuenta que en esa época la gente pobre NO VIAJABA? Mayoritariamente la gente que estaba en la tercera clase del Titanic eran profesionales liberales de origen irlandés, judíos de origen europeo, abogados, profesores, médicos, etc... es decir gente instruida y luteranos del norte de Europa (sobretodo suecos) que huían de la persecución religiosa. Es más a las familias irlandesas que deseaban emigrar a los Estados Unidos eran incitadas y subvencionadas a hacerlo por el gobierno de Su Graciosa Majestad para evitar hambrunas y por consiguinte, para evitar revueltas, ya que los índices de natalidad en Irlanda y Escocia se habían disparado alarmantemente.
Para acabar de fijar la mentira y la falsedad histórica en la mente de los espectadores se decidió hacer la pelicula de James Cameron. Y es así como una mentira perdura años y años en las mentes de la gente crédula. Ya tenía razón Goebbels cuando decía que una mentira reptida mil veces se acaba transformando en verdad....
Yo prefiero recordar que un 14 de abril se terminó de secuenciar el genoma humano, que Thomas Edison patenta el kinetoscopio precursor del actual cine y que proclama la Segunda República antes que recordar un hecho que era totalmente previsible como que una chapuza como el Titanic se fuera al fondo del mar.