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PARTE V:
"Cualquier tiempo pasado nos parece mejor" dice la ñoña canción y debo admitir que en parte es cierto, durante el período pre-crisis todos éramos optimistas e inconscientes. Por aquella época me sentía el rey del mundo, me había construido mi torre de marfil sin reparar en que los cimientos estaban podridos y que todo se podía venir abajo. En el aspecto laboral, había ascendido en la empresa y en comisiones podía llegar a sacarme un sueldazo. Mi cometido era negociar con los bancos, créditos para diversas empresas y quedarme una comisión del crédito conseguido, claro está que en época de vacas gordas me extendían la alfombra roja al llegar a las entidades y todos los directores de bancos eran "amigos" que tanto te podían invitar a comer una paella como ofrecerte un plan de pensiones o una vacaciones en el Algarve. El dinero en efectivo y los billetes de 500 volaban de mano en mano, de maletín en maletín y para mí se volvió habitual el llevar cantidades considerables de euros escondidas debajo de las alfombrillas del coche. En aquella época Spain era different....
En el aspecto personal todo iba sobre ruedas, mi novia y yo ya habiamos dado el paso de irnos a vivir juntos (Piso nuevo, of course, alquilar era de pobres) he de admitir que dí el paso de vivir juntos para mantenerla contenta y que no me diera la brasa con el tema del matrimonio. Habíamos acudido juntos a varias bodas de amigos, conocidos e imbéciles y detecté que mi novia ya había dejado caer en alguna conversación el tema de casarse y fui lo sufientemente hábil para sacarme de la chistera lo de vivir juntos, así estaría lo suficientemente "distraída" para no incordiar demasiado con determinados temas que no me daba la gana de debatir. También ayudaba a la maniobra de distracción el nivel de vida bastante alto que llevabamos: viajes, ropa buena, escapadas a Barcelona a quemar la Visa, cenas, esquiadas y demás tonterías.
El terreno sexual tenía dos vertientes: la oficial y la no oficial. En el terreno oficial, mi novia y yo teníamos una vida sexual bastante normalita durante la semana caía algún polvo furtivo cuando nos encontrábamos los dos con ganas y las mañanas de los fines de semana aprovechabamos la "trempera matinera". De vez en cuando ella me sorprendía con algún juego érotico sacado de alguna estúpida revista femenina, pero nuestras relaciones eran bastante normalitas, nada de tríos, fustas y de beber cubatas en los canalillos de las señoritas, tampoco le podía pedir peras al olmo.
En cambio en el terreno no oficial era un despiporre. Aparte de la relación encubierta con Remei, me dediqué a diversificar mis eyaculaciones y me volví un habitual de clubs y pisos de señoritas. Con Remei la cosa también iba bien, el morbo alimentaba lo nuestro y el saber que ambos teníamos pareja y mucho que perder nos hacía ser discretos. La cosa funcionaba así: siempre nos veíamos en casa de ella, en un detreminado día y en una determinada hora, yo me inventaba una mentira recurrente para poder llegar tarde y estar tranquilo. Reconozco que Remei era una buena folladora, le gustaba que la cogiera a horcajadas sobre mis brazos, le apoyara la espalda en la pared y la follara como si mi polla fuera un pistón.
También mi trabajo me permitía ampliar mi repertorio de coños, aunque siempre seguía el dicho de "Donde tengas la olla, no metas la polla" de vez en cuando me encontaraba en situaciones donde no podia decir que no. Recuerdo una donde una mujer inglesa de una edad bastante interesante, me agradeció de una manera especial los "servicios prestados" Esta mujer era propietaria de un bar inglés de la costa y quería conseguir un crédito ventajoso para hacer obras en el pub. Yo le hice todas las gestiones sin demasiada dificultad, cobré mi comisión y me olvidé del asunto, unos meses más tarde llama a la oficina y dice que el bar está terminado y que si quiero verlo antes de que abra al público, bla, bla... Total que fui para quedar bien y entre pintas y miradas insinuantes, me acabé follando a la señora en una de las mesas del recién estrenado pub, a puerta cerrada.
Pero como dice el dicho "Se coge antes un mentiroso que a un cojo" y mi novia me pilló en una mentira, y para intentar subsanar el error no se ocurrió que decirle otra mentira. Con la novia con la mosca detrás de la oreja no se me ocurrió ser más listo y variar mis planes y me pilló un mensaje comprometido de Remei. Eso me pasa por GILIPOLLAS. Intenté convencerla de que era un malentendido pero al final tuve que admitir que llevaba casi un año acostandome con ella. Ese día fue el inicio del fin. La noticia corrió como la pólvora en mi círculo de amigos y el novio de Remei no tardó en presentarse una noche en mi casa reclamando mi cabeza y haciendo el papelón de novio ultrajado.
Evidentemente mi novia se marchó y no quiso perdonar. algunos de mis amigos de por entonces me dieron la espalda, hipócritas que habían estado comiendo a pan y cuchillo en mi casa se hicieron los moralistas y dejaron de hablarme. Puse el piso a la venta ya que no quería vivir en una casa tan grande, y me volví a casa de mis padres. "Al menos me queda mi trabajo" pensaba, entonces la bolsa empezó a caer, la palabra crisis empezó a dejar de ser el rumor de algunos agoreros y se volvió una realidad. Vi como los directores de los bancos que antes comían bogavantes conmigo ya no invitaban ni a una bolsa de quicos, y empezaban a ser trasladados. Constaté que mis comisiones empezaron a menguar y que los Cayenne de algunos de mis compañeros de trabajo empezaron a desaparecer (los coches y ellos).
Teniendo en cuenta el negro panorama, aún tuve suerte, no me metí en créditos demasiado complejos de pagar y vendí mi piso antes de que el mercado inmobiliario se acabara de hundir. Eso sí, perdiendo dinero, pero deseaba quitarme de encima ese muerto viviente que era mi piso. Estando en esa época de quitarme muertos vivientes de encima me tomé como una liberación el que mi empresa fuera absorbida por otra y me reciclaran para hacer otro trabajo. Sigo trabajando y cobrando un buen sueldo para una persona sola, pero ya no llego (ni llegaré) a las cifras que me levantaba en los buenos tiempos. Ahora doy gracias por tener trabajo. Y que dure.
Toda esa experiencia de gente que me dió la espalda hizo que replanteara muchas cosas. Dejé salir mi lado cínico y caústico y me volví muy escéptico de muchas cosas. Pero no todo fue tan malo, ahora tengo muchos conocidos y pocos amigos, es tranquilizador saber que todavia hay gente que a pesar de saber lo que había hecho siguieron siendo amigos míos. Un abrazo para ellos.
Pasado un tiempo de adaptación a la nueva realidad, volví a ir por mis derroteros. Un día revisando Nuevo Loquo vi un nombre familiar y me dirgí hacia su recién inaugurado piso. Mila tenía un piso cerca de la Playa Capellans, cuando fui estaba ella sola aunque no tardó en sumarse otra escort con gran renombre: Tamara. Reencontrarme con Mila fue un placer que me sentó como agua de mayo, hacía un tiempo que no me pegaban un buen meneo y me sacaban el lechazo. Si Mila ya me ponía en su época de Alina, ahora me volví un fan incondicional.
He tenido y tengo bastantes experiencias desde entonces, con profesionales y con no profesionales. Sigo experimentando, he instaurado las escapadas crápulas a Barcelona, he visto la decadencia de clubs míticos de la zona y he conocido a una gran comunidad de foreros y cazadores de experiencias de la que tengo el gran honor de pertenecer. Un abrazo a Jesse, Peraperet, Taoran, Wayrunner, Butxana, Leif, Eolo, y a otros que me dejo en el tintero. Gracias ForosX, por aguantarme y leerme.
¿Continuará? Mi historia no acaba aquí, solo espero a seguir viviendo experiencias para seguir volcandolas aquí....
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butxana (15/04/2012), guest5 (16/04/2012)
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