Ultimamente el fenómeno de los portales de contactos de gente casada (Ashley Madison, Victoria Milan, Secondlove, etc...) está muy extendido; y si a esto le sumamos la amplia difusión de las redes sociales, chats de diverso pelaje y dispositivos móviles con conexión a Internet, tenemos un campo abonado para la infidelidad y los amores furtivos....
Toda esta reflexión viene de una experiencia personal que me está ocurriendo. Mediante uno de estos portales de contactos, contacté con una mujer casada 10 años mayor que yo, despúes de estar un tiempo hablando por un facebook con seudónimo que tengo y de calentarnos enviandonos fotos sugerentes y alguna sesión de cibersexo, decidimos quedar en persona en lugar discreto. La cita fue muy bien y todo surgió con una inusitada naturalidad, huelga decir que acabamos en el Luxtal echando un polvo, y acabamos dandonos los móviles para quedar en otra ocasión para repetir.
Volviendo para casa me puse a pensar sobre lo ocurrido y desde mi posición de hombre soltero y terriblemente escéptico con conceptos como "familia", "matrimonio" o "paternidad" empezaron a surgirme unas reflexiones sobre estos conceptos.
Siempre he mirado con pena a esos hombres que pululan con la mirada perdida por los centros comerciales empujando carritos con berreantes bebes o que se compran esas cajas de zapatos con ruedas llamadas monovolúmenes.
Siempre he creído que la imagen de "padre moderno, que prepara biberones con soltura, es muy enrollado y no deja de ser masculino" que se nos intenta vender es un invento de las feminazis para acabar de lavarnos el cerebro. Ya nos intentaron vender la moto con el invento de la "Superwoman" (mujer ultraeficiente, gran profesional, gran madraza y gran amante) pero la cruda realidad nos ha demostrado que en esta vida no se puede hacer todo bien y que las grandes profesionales acostumbran a ser unas pésimas madres y viceversa. Ahí me están dando la razón la gran cantidad de mujeres residentes en países más avanzados que el nuestro, universitarias con doctorados y másters que renuncian a la maternidad para centrarse en su trabajo...
Vivimos en una sociedad en que cada uno puede pensar lo que quiera y seguramente habrá muchos hombres que no pensarán igual que yo, pero es necesario (y hasta higiénico diría yo) que detreminados conceptos pasen por un estudio y reflexión serio. Pongo el ejemplo de la religión, hay millones de creyentes repartidos por el mundo, pero todo el mundo con dos dedos de frente y que haya dejado de creer en el Ratoncito Pérez sabe o intuye que las religiones son la mayor estafa de la historia de la Humanidad. (Y digo religiones en plural porque si hablamos de la religión católica directamente hay que ser retrasado para creerse ciertas cosas)
¿Vosotros que opinais? ¿Creeis que el amplio abanico de posibilidades tecnológicas alienta la tentación, somos una panda de viciosos o la institución del matrimonio no funciona? ¿Qué es menos grave, irse de putas o tener un rollo con una mujer casada? ¿Todavía impera en la sociedad ese machismo rancio y tontorrón que alienta a los hombres a ser unos supermachos inseminandores de mujeres por doquier y que censura la sexualidad de las mujeres? ¿O existe mucha doble moral, hipocresía y moralina que apesta a naftalina? ¿Todavía nos regimos por anquisolados conceptos que a la hora de la verdad no valen una mierda?
Creo que es un tema interesante sobre el que opinar. Así que opinad:
Saludos y gracias de antemano.