Primera clase: Pompoarismo (ya he desistido de encontrar una denominación decente para la práctica)
Los ejercicios para fortalecer los músculos de la vagina para aumentar el placer durante el sexo se practican desde hace 3000 años. Nació en India, fue perfeccionada en Japón y Tailandia, y son conocidos como pompoarismo. El pompoarismo o pompoar enseña a la mujer a controlar los músculos vaginales, y su objetivo es intensificar el placer femenino y de la pareja. Lo ideal es ejercitarse diariamente, por la mañana y por la noche. Haga por lo menos tres series de 15 o 20 repeticiones para cada uno de los ejercicios vaginales. Es muy frecuente sentir dificultades para mover los músculos de la vagina en las primeras tentativas pero no desanime. Vas a notar los resultados positivos en tus relaciones sexuales en las primeras semanas.
1. Siéntate en una silla con las manos apoyadas en la pierna. Mantenga los pies en paralelo y separados por unos 20 centímetros uno del otro. Contraiga los músculos de la vagina como se apretase algo (¡la imaginación es libre!) dentro de ella. Cuenta hasta tres y relaja. Cada día, vas aumentando paulatinamente el tiempo de contracción hasta llegar a contar diez.
2. En la misma posición sentada, contraiga y relaje los músculos de la vagina rápidamente. Para mantener un ritmo, imagina que acompañas una respiración acelerada.
3. Échate en la cama y mantén las piernas separadas y arqueadas. Meta un dedo en la vagina e intenta apretarlo lo máximo que puedas. Caso no sienta presión, introduzca dos dedos. Cuando la musculatura de la vagina esté más rígida, vuelva a probar con un solo dedo.
4. Échate en la cama y mantenga las piernas separadas y arqueadas. Meta un dedo o dos en la vagina e intente chuparlos con los músculos vaginales. Cuente hasta tres y relaje. Parece imposible pero es un ejercicio muy eficaz.
5. Túmbate en una colchoneta de yoga y deje los brazos a lo largo del cuerpo y las piernas flexionadas. En esta posición inicial, contraiga los glúteos y poco a poco eleva la cadera para acabar apoyándose en los hombros y pies. Vuelva despacio a la posición inicial y relaje los glúteos.
6. En la posición inicial anterior, contraiga el ano en tres tiempos, sin relajar. Primero una contracción ligera, seguida de una más fuerte y después una contracción anal de gran intensidad. Inmediatamente después contraiga la vagina como se estuviera succionando algo. Cuente hasta tres y relaje los músculos, primero los de la vagina y después los del ano.
7. De pie y con las piernas un poco flexionadas, pon las manos en cintura y deje los pies en paralelo separados por 20 o 30 centímetros. Contraiga las partes internas de la vagina y mueva tu pelvis hacia adelante y arriba. Cuente hasta tres y relaje.
8. En la misma posición de pie, haga un movimiento continuo y circular, como se jugaras con un aro, solo que en cuatro fases: 1. mueva la pelvis hacia arriba y adelante; 2. Mueva la cadera hacia la izquierda; 3. Empuje el culo para tras; 4. Mueva la cadera hacia la derecha.
9. De pie, con los brazos relajados a los largo del cuerpo, mantenga los pies paralelos e distantes 20 centímetros uno de otros. Contraiga las nalgas e intente unirlas el máximo que puedas. Cuente hasta tres y relaja.
10. En la posición anterior, contraiga e relaja los músculos de la vagina de manera intensa y acelerada siguiendo el compás de una respiración acelerada.