Esta mañana, de camino al trabajo, he recordado esta triste efeméride y no he podido evitar alzar la vista y mirar al cielo, todavía oscuro, como buscando una señal, una luz, y efectivamente, ahí estaba Venus, suspendido en el cielo.
Una cruel enfermedad nos la arrebató, pero aquellos que la conocimos, siempre la recordaremos.