Estoy de acuerdo con Dex, la que piense que los servicios implícitos en nuestro trabajo se limitan al encuentro íntimo puramente físico yerran el tiro de plano. El encuentro íntimo llega mucho más allá, y más aún de lo que llegan otros encuentros casuales, porque cuando estas con un hombre en estas circunstancias, el contexto genera una complicidad que es difícil compartir en otros contextos. Eso de saberte depositaria de su confianza en tu discreción, y hacerle a el depositario de la tuya, une mucho, y si en esa situación eres capaz de mantenerte al margen emocionalmente... no se, esa situación me parece tan inverosimil que no sabría ni como llamarla.